Santander admite que las incertidumbres de Cataluña y el Brexit pueden afectarle

  • Teme  que la inestabilidad catalana afecte a su negocio y también el entorno jurídico y regulatorio en el que operarán sus filiales en Reino Unido.
Una sucursal del banco Santander en Londres, Reino Unido. EFE/Archivo
Una sucursal del banco Santander en Londres, Reino Unido. EFE/Archivo

La situación financiera y el resultado de Banco Santander podrían verse afectados a nivel corporativo por las tensiones políticas en Cataluña, y la incertidumbre tras el Brexit de Reino Unido. 

Así lo reconoce la entidad en su último folleto de actividad continuada remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que señala que los movimientos sociales y políticos que están teniendo lugar en Cataluña reclamando su independencia del resto de España todavía tienen un desenlace "incierto".

Esto podría afectar a los negocios, las condiciones de financiación o el entorno en que el grupo opera en esta Comunidad Autónoma y el resto de España, desencadenando "un efecto adverso material en los negocios, situación financiera y resultados del grupo". Actualmente, España representa el 27% de la cartera de créditos del grupo Santander.

Negociación tras el adiós británico

La entidad también podría verse afectada por 'Brexit', debido a la "gran incertidumbre" respecto al proceso, los plazos de negociación de la salida de Reino Unido de la Unión Europea y su relación futura con Europa y el resto del mundo.

En este sentido, indica que es "difícil" predecir los efectos a largo plazo, pero que es "probable" que se produzca una mayor inestabilidad financiera, un crecimiento económico más lento y un aumento del desempleo y la inflación en el país.

Además, Santander está sujeto a una regulación y supervisión significativas por parte de la UE y que existe "gran incertidumbre" en cuanto a los entornos jurídicos y regulatorios en los que operarán sus filiales en Reino Unido cuando el país abandone la Unión Europea. Al cierre de 2017, Reino Unido representaba el 29% de la cartera crediticia del grupo y Santander UK tenía un peso del 25% sobre los activos totales del grupo.

"Es posible que las filiales del grupo en el Reino Unido ya no puedan apoyarse en el marco transfronterizo para los servicios financieros y se les exija solicitar autorización en varias jurisdicciones de la UE, cuyos costes, plazos y viabilidad son inciertos, lo que podría tener repercusiones significativas en las operaciones, rentabilidad y negocio del grupo", advierte la entidad.

Estos acontecimientos políticos podrían dar lugar a una mayor volatilidad de los mercados y a cambios en el panorama fiscal, monetario y regulatorio en el que opera el grupo, lo que podría conllevar "efectos adversos materiales en su acceso a capital y liquidez en condiciones aceptables y, a nivel más general, en su negocio, situación financiera y resultados operativos".

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