Montebalito se lanza a la desesperada en busca de nuevas vías de financiación

  • La promotora, entre otras actividades, busca capital para hacer frente a sus compromisos y volver a invertir con fuerza en España
Los 'pistoleros' vuelven a reclutar trabajadores en negro para la construcción. (EFE)
Los 'pistoleros' vuelven a reclutar trabajadores en negro para la construcción. (EFE)

Montebalito busca financiación que le permita seguir adelante con sus proyectos. La promotora, entre otras actividades, está en pleno proceso de reestructuración y busca nuevo capital con la que invertir tanto en España como en el Unión Europea, tras una mala experiencia en el exterior. El problema es que sus bajas rentabilidades y su alta deuda ni atraen inversores ni abren la puerta al de por sí cerrado crédito promotor.

Las medidas aprobadas en la Junta de Accionistas, y que han sido remitidas este martes a la CNMV, hablan a las claras de la necesidad de capital de la firma. Montebalito abre la puerta a la “incorporación de nuevos socios que aporten activos para su desarrollo mediante la entrega de acciones cotizadas”. También indica la firma que explorará “nuevas fuentes de financiación, tanto de capital como de deuda”. Incluso asegura la propia Montebalito en el hecho remitido a la CNMV que busca “desinvertir en activos no estratégicos en países emergentes dónde opera el grupo”.

Por el momento, Montebalito ha aprobado una ampliación de capital, pero que no se traduce en más capital sino en el pago de una deuda contraída con la firma Inversiones Malleo. La firma asegura que la entrada en su capital de esta sociedad “busca compensar los créditos originados en la compra del Edificio Iberia”. Por si fuera poco, dicho edificio también sirve como garantía de un préstamo de Banco Sabadell. Por lo que la empresa sigue 'pillada' pese a su dilución de valor en Bolsa.

Las necesidades de capital en Montebalito vienen debido a que alrededor de la firma se reúnen una serie de obstáculos que imposibilitan el desarrollo de su negocio 'core'. Por un lado, su sector, el promotor, es muy intensivo en capital, por lo que necesita importantes volúmenes de efectivo. De hecho, cerca de 9,1 de cada 10 euros que entran en la firma en forma de efectivo, salen en forma de capex.

En segundo lugar, el crédito promotor que otorga la banca se da aún en cuentagotas, debido a que dichos préstamos son los que más mora acumulan dentro de los balances. La situación es lógica y en principio continuará un tiempo, debido a que a la banca se le obliga a mantener un colchón financiero ante los impagos; al ser a promotores los más ‘caros’ por su excesiva morosidad, se limita el volumen de ellos que se dan.

Por último, el alto volumen de deuda que atesora Montebalito que se une a la limitada capacidad de pago de la empresa. Pese a que la firma ha conseguido reducir su deuda neta casi dos tercios, el volumen sigue siendo excesivo y difícilmente manejable. La deuda neta de Montebalito cerró 2017 en 14,1 veces ebitda, un volumen excesivo hasta para este tipo de compañías. Además, uno de los principales problemas es que su ebit (beneficio bruto de explotación una vez descontadas las amortizaciones) es muy reducido en comparación con los gastos financieros, por debajo de 3 veces, lo que significa que ante una caída de resultados podría entrar en un problema para repagarlos.

La venta interanual de viviendas creció un 16% en agosto
Bloque de viviendas / EFE

La situación financiera de Montebalito adquiere todavía más dramatismo cuando se ve que la firma debe repagar un 60% de su deuda a lo largo de este 2018. La compañía debe más de 11 millones de euros a entidades de crédito, de los cuales casi 7 deben abonarse en concepto de préstamos a Banco Sabadell, Credit Agricole y Lope de Haro (éste último con unos intereses de hasta el 7,50%). Aunque la firma mantiene todavía préstamos con tipos de interés excesivos cercanos al 12% más euríbor.

Las extrañas partidas que castigan a Montebalito

Al igual que la compañía, su cuenta de resultados es como poco atípica. Montebalito en 1972 ya estaba metida de lleno en el sector promotor e inmobiliario, aunque una vez apareció el 'boom' de las instalaciones renovables se lanzó con fuerza, también en el desarrollo internacional (del que ha salido escaldada) para finalmente volver al promotor inmobiliario una vez el sector ha vuelto a coger impulso. 

Con ello, es incluso lógico que la cuenta de resultados de la firma pueda resultar algo caótica, con partidas que normalmente son residuales pero en este caso tienen cantidades importantes. La primera partida que resalta en Montebalito es la denominada ‘Otros Gastos de Explotación’, que pese a que suele ser residual, en la compañía fue cinco veces más grande que el Resultado de Explotación. Por no hablar de 2016, en el que esa cifra fue hasta 30 veces superior.

También resultan importantes las fuertes oscilaciones del tipo de cambio al que está sometida la firma. En 2017, la partida de tipo de cambio se multiplicó casi por cinco respecto de la cifra de 2016. Por ello es lógico que Montebalito reconozca que una de las razones para vender todos sus activos en el exterior tiene que ver con “minimizar la exposición a las fluctuaciones de moneda”. Por otro lado, también el baile de un año a otro de partidas como ‘Variación de Productos Terminados’ que entre el 2016 y el 2017 se ha multiplicado un 3.000%. Al igual que los ‘Aprovisionamientos’ que han caído un 94%.

Al final, la única partida 'normal', por desgracia para Montebalito, en la relación de la cuenta de resultados son los abultados gastos financieros, que pese a ser elevados están mantenidos en el tiempo.

El negocio de Montebalito a mínimos

Pese a lo poco común en cuanto al volumen de ciertas partidas de Montebalito, la realidad es que su mayor problema es la evolución de su negocio. La cifra de ingresos lleva cayendo con fuerza en los últimos años, si se amplia la serie a cinco años (para dar mejor imagen de la tendencia) la media de la caída por año se acerca al 17%. Normalmente, una caída así de fuerte mantenida en el tiempo significa que es una empresa de ciclo y que está en su momento más bajo. Pero nada que ver con la realidad, el sector inmobiliario en general lleva años de expansión, aunque sí es cierto que el sector promotor es el que menos velocidad ha cogido. Por lo que la explicación más fiable que dan los manuales de dicha caída es que la empresa está perdiendo cuota de mercado rapidamente.

Por otro lado, la evolución de los distintas partidas claves del negocio han evolucionado igual de mal que los ingresos. El ebitda se ha reducido de media en los cinco últimos un 45% por año, los beneficios un 20% y el efectivo neto que entra en la empresa un 37,7%. Todo cuando el negocio core de la compañía es altamente intensivo en capital.

Lo anterior al final es reflejo de que Montebalito tiene, o ha tenido en los últimos años, una muy pobre rentabilidad sobre sus inversiones. Las ratios como el ROE o ROA (rentabilidad sobre fondos propios y sobre avtivos, respectivamente) están por debajo del 4%. El ROCE, que mide el dinero que retorna de cada 100 euros de inversión, apenas alcanza el 5,6%, lo cual indica que las inversiones no son lo más deseable. Lo anterior tiene un toque dramático cuando se ve que la rentabilidad en el sector es mucho más alta, y sobre todo que el coste de capital para la empresa es mayor, lo que explica en parte las fuertes necesidades de financiación de Montebalito. Todo un reto por delante.

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