María Dolores Dancausa se ha despedido este jueves como consejera delegada de Bankinter ante la prensa con la sensación de haber hecho los deberes. Durante la presentación de los resultados correspondientes a 2023, la máxima ejecutiva de la entidad ha comentado que pasa a la presidencia no ejecutiva "satisfecha" después de casi 14 años al frente en los que ha convertido a la entidad en un "ejemplo" para el sector. Entre los logros que ha destacado se encuentran la salida al extranjero de la firma, con presencia en Portugal, Irlanda y Luxemburgo.
"Hemos hecho bien en enfocar nuestra expansión en la Unión Europea y en países de tamaño pequeño, porque nos ha permitido convertirnos en un actor de referencia", ha agregado para puntualizar que estas regiones presentan "mucho potencial de crecimiento". A este respecto, ha subrayado que la prioridad de la firma pasa por el crecimiento orgánico, por lo que descartan cualquier adquisición.
Dancausa ha destacado la trayectoria de la directora general de banca comercial, Gloria Ortiz, que será su futura sucesora a partir del próximo 21 de marzo. En este sentido, ha augurado una etapa de más crecimiento con esta banquera de la casa, que "conoce bien el banco". "Dejo un banco más grande, más robusto y de mayor dimensión", ha agregado después de que la entidad haya obtenido un resultado récord en 2023 en el marco de la subida de los tipos de interés a máximos de dos décadas.
La consejera delegada ha aprovechado la presentación de resultados para pedir un cambio en la relación del Gobierno y más en concreto, con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Estas declaraciones se realizan en el marco de la ronda de contactos privados que ha mantenido el sustituto de Calviño con el sector, pendiente de cuadrar una cita con Dancausa. "Esperamos que cambie la relación", ha apuntado para señalar que confían en que puedan acercar posturas en el marco de la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, aprobada por la vía de urgencia en el pasado Consejo de Ministros.
Dancausa ha tachado de "intervencionistas" estas medidas, a las que se suma la propuesta de Sumar de topar el sueldo de los directivos, iniciativas que, a su juicio, generan un clima de inseguridad jurídica y ha instado a la necesidad de un marco regulatorio estable después de que se haya prorrogado la tasa extraordinaria un año sin cerrar la puerta a convertirlo en permanente. Tras desembolsar 77 millones por el pago de este tributo correspondiente a las cuentas de 2023, Jacobo Díaz García, el director financiero del grupo, estima que el importe a abonar de las cuentas de este ejercicio oscilará entre los 90 y 100 millones, cifra que computarán durante el primer trimestre.
De cara a este año, han apuntado que esperan repetir crecimiento en todas las líneas de negocio, especialmente, en Portugal, pese al cambio en las expectativas de los tipos de interés, con la previsión de que comiencen a bajar este año. Respecto a la rentabilidad sobre recursos propios, que se ha colocado por encima del 17%, Díaz García admite que "quizás no es repetible", pero sí esperan que se mantenga en "cifras altas".
