"España puede crear líderes europeos"

El fondo Breega busca acelerar en España con hasta seis rondas al año en startups

La gestora de origen francés, accionista de españolas como Ukio, Ninety Nine o la constructora 011h, conversa con el Fondico para poder acceder a fondos públicos a través de los diversos vehículos.

Ben Marrel, CEO de Breega, junto a socios del fondo.
Ben Marrel, CEO de Breega, junto a socios del fondo.
L.I.

Los fondos internacionales tienen un peso relevante en la inversión en startups en España. Algunos buscan rearmarse tras los años de ajuste. La firma de origen francés Breega, con más de 500 millones bajo gestión, quiere acelerar en este mercado, con el objetivo de alcanzar cerca de seis operaciones al año en estas compañías. Desde que la gestora abriera las puertas de su oficina en Barcelona hace un año ha cerrado dos transacciones: la constructora sostenible 011h y la herramienta para gestionar devoluciones online Dawa. La firma está en conversaciones con el ICO para apoyarse en ellos en los nuevos fondos que levante. “El ecosistema español no es perfecto pero está mucho más equilibrado que hace unos años”, explica Ben Marrel, consejero delegado y cofundador de la enseña.

Marrel fue el que primero puso un pica en España dentro del fondo en 2016 gracias a que manejaba el idioma. Su primera inversión fue 21Buttons, una ‘app’ ‘de moda que atrajo mucho capital nacional e internacional. No acabó funcionando. Pero era el aterrizaje. “Miramos el mercado y pensábamos abrir oficina al inicio de 2020 pero llegó el Covid”, explica el inversor en una entrevista con La Información. El año pasado abrieron definitivamente. Antes de esta apertura habían entrado en la fintech Ninety Nine, la ‘proptech’ Ukio. Después llegó su aterrizaje en la constructora 011h desarrollada por los creadores de Privalia en una ronda de 25 millones en el verano pasado. Ahora, con distancia, ¿tenía sentido abrir oficina? “El capital riesgo en fases iniciales es un trabajo trabajo de personas, de redes y necesitas equipo sobre el terreno que pasen tiempo con emprendedores, que puedan ayudar”, apunta. El objetivo inicial era cubrir el sur de Europa (Portugal, Italia y España) y eligieron Barcelona por su centralidad entre los tres.

Ahora, un año después tienen una inversión muy avanzada y buscan acelerar. “Ahora el portfolio existente de Breega es un poco menos de lo que queremos hacer; el objetivo es hacer entre 3 y 6 operaciones al año”, apunta el ejecutivo, que precisa que hoy cuentan con tres personas en Barcelona; seis en Londres (Reino Unido), y ocho en París (Francia). Éste último es su sede histórica. “Para nosotros es una zona importante”, remarca. Esas transacciones serían fundamentalmente en España, pues el peso de Portugal y especialmente de Italia es relativamente pequeño. En el mercado español, tradicionalmente las rondas eran más ‘baratas’ que en otros países más maduros. Para Marrel no es tanto un tema de valoraciones, sino el menor coste que necesitan los emprendedores para crear una compañía.

Para las startups españolas, arrancar un producto era algo más económico por el coste de vida. “No es la misma valoración si se levanta 8 millones en una Series A que si se levantan 15 millones”, apunta el inversor. Sin embargo, este hueco se ha ido cerrando y hoy el mercado español está “un poco más caro” y los múltiplos que se pagan en las rondas siguen siendo diferentes respecto a plazas más grandes pero no tanto. Para Marrel lo relevante no es al precio al que se entra, sino el potencial de salida. “Es algo que tenemos que demostrar en Europa: pagamos menos pero tenemos que vender más caro. ¿Cuántas empresas europeas salieron con un múltiplo americano? Todavía no hay un montón”, explica.

En esta mayor apuesta por España, Breega también busca apoyarse en los resortes públicos del país para levantar capital e invertir aquí. Por ello mantienen conversaciones desde hace un tiempo con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para analizar las posibilidades de incorporar capital de algunos de los vehículos, como Fondico Global o Next Tech, a sus nuevos fondos. Hoy en este país cuentan con varios accionistas como ‘family offices’ con ADN español. “Nos gustaría trabajar con el Fondico y vamos a encontrar un punto de acuerdo”, advierte. El problema radica en los cambios introducidos en los compromisos de inversión para gestoras internacionales. Ellos creen que podían cumplir la regla de las ‘dos veces’: la gestora debía invertir el doble en el país de lo puesto sobre la mesa por el ICO. Hace un tiempo se incorporó otra condición: más del 50% del dinero debe desembolsarse en el país. Hoy la firma sigue levantando capital para sumar a sus cinco fondos que alcanzan los 500 millones de euros.

La intención de crecer en el país también llega después de un cierto cambio regulatorio. Marrel reconoce que a mediados de la década pasada el ecosistema español era mucho más complicado. Habla de los problemas para los plan es de stock options; las gestiones en los notarios o la inversión “bastante débil” del Gobierno, las aseguradoras, los bancos y otras grandes corporaciones. “El ecosistema no tenía los recursos para el potencial que tenía y ahora está mucho más equilibrado; no es perfecto, pero está más equilibrado”, apostilla. Se refiere precisamente a la labor del Fondico o a la ley de startups, que “va a cambiar un poco la manera de hacer negocios”. Pero él va más allá y entiende que el reto es europeo. No sólo con un plan de financiación conjunto (ya hay una iniciativa de ‘campeones europeos’ para la que España ha reservado 1.000 millones), sino también para unificar los ecosistemas legales y jurídicos.

La situación de mercado

Todos estos planes se producen después del gran ajuste vivido en el sector. Para Marrel lo que ocurrió fue un “calentamiento” del mercado por la liquidez y por la creencia de que la tecnología “podía salvar todos los problemas”. Eso llevó a múltiplos pagados en las rondas que “se fueron de 10 a 40”. Fondos de cobertura (hedge funds) entraron en rondas muy avanzadas previas a salida a bolsa con precios altísimos. En el caso europeo, muchos de esos inversores americanos llegaron con la idea de que este mercado era igual al suyo. “Allí puedes hacer una OPV de compañías de 10.000 millones cada semana, por eso puedes poner 100 millones en muchas compañías y si fallecen no hay problema”, explica. Fondos como Tiger Global y otros pusieron esos ‘tickets’ en 20 o 30 empresas y esperaron para que 2 o 3 de esas llegaran. “Pero no había madurez del ecosistema para eso”, apostilla.

La cabeza visible de Breega cree que habrá unicornios que desaparecerán en esta última fase del ajuste. Y eso sucederá en la segunda parte del año. Muchas de estas compañías, como apuntó La Información, han ido esperando para salir al mercado con rondas internas, notas convertibles de deuda y otras figuras. Pero la mayoría acabará saliendo en el último trimestre de este año o el primero del año que viene, según cree Marrel. Eso va a generar un cuello de botella importante. Todos saldrán al mismo tiempo, lo que hará una selección natural. Y además no pocos deberán batallar para defender esas valoraciones tan altas. El mercado “volverá a la normalidad” en el cuarto trimestre de 2024. ¿Qué significa normalidad en este momento? Regresar a los niveles de 2020 con un crecimiento alto pero “no del doble en un solo año”.

En este contexto, España también se verá afectada, aunque el peso de estas grandes rondas de financiación en fases más avanzadas es más limitado. Marrel está convencido de que el país tiene “todo el potencial para crear líderes europeos”. Él espera que dentro de tres o cuatro años, Europea cree varias compañías que sean cabeza visible de diferentes segmentos. “Y vamos a ver que haya compañías españolas que sean líderes de algunos de los verticales”, concluye. Por eso busca reforzar su inversión en las startups locales.

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