25 años en España

ING sigue la pista al BCE tras descolgarse de la guerra por las cuentas remuneradas

El banco holandés está pendiente de los futuros movimientos que ejecute el Banco Central Europeo (BCE) con los tipos para adaptar sus productos de ahorro al entorno, que son su principal polo de atracción de nuevos clientes. 

El CEO de ING, Ignacio Juliá, durante una mesa redonda, en la sede de ING.
ING sigue la pista al BCE tras descolgarse de la guerra por las cuentas remuneradas. 
Carlos Lujan/ Europa Press

"Vamos a seguir cumpliendo las promesas con las que empezamos en 1999 porque nos está funcionando muy bien". El consejero delegado de ING para España y Portugal, Ignacio Juliá, ha resumido con este mensaje la intención de dar continuidad a la hoja de ruta seguida por el grupo en el medio y largo plazo. Parte de estos compromisos descansan en la remuneración del ahorro, cuya intención pasa por mantener la oferta establecida, aunque adaptada al entorno de los tipos de interés. En este contexto de encarecimiento vertiginoso del precio del dinero, el banco ha optado por quedarse atrás en la guerra de las cuentas remuneradas.

Mientras el resto de competidores han hecho de este producto en los últimos meses su principal campo de batalla junto a las nóminas, ING ha pisado el acelerador seis veces, ofreciendo a través de la Cuenta Naranja -su producto estrella- un interés del 1% TAE, rentabilidad que se eleva al 1,5% para los usuarios con ingresos domiciliados. La promoción se encuentra por debajo del 2% al que han subido algunas de las entidades para atraer nueva clientela. En su lugar, están centrados en los depósitos a corto plazo, con rentabilidades que oscilan entre el 1,8% y el 2,01%.

Esta maniobra le ha ayudado a ganar más de 330.000 nuevos usuarios durante 2023, hasta un total de 4,2 millones, con un perfil de edad mayoritario (45%) que abarca desde los 33 hasta los 50 años. "El año pasado crecimos un 10% en depósitos cuando el conjunto del mercado lo hizo un 2%", ha defendido. En su última promoción, que estará disponible hasta el 30 de abril, ha mejorado al 2,5% el pasivo a tres meses, nadando a contracorriente de la tendencia a la baja que se ha registrado en los primeros meses de 2024. En concreto, la rentabilidad media del pasivo se ha reducido en dos décimas tras cerrar febrero (último dato disponible) en el 2,38%.

Con este movimiento busca exprimir las condiciones de mercado para captar la mayor cuota posible antes de que el precio del dinero comience a bajar. ING celebra 25 años en España pendiente de las decisiones que tome el Banco Central Europeo (BCE) y poder así adecuar su catálogo al nuevo escenario que se avecina. Tanto analistas como inversores descuentan un primer movimiento en junio. Las dudas están en la velocidad a la que se llevarán a cabo y de cuánto serán. Sus previsiones contemplan bajadas desde el 4,5% al 3,25%, base sobre la que perfilarán su estrategia comercial a futuro.

"Tenemos ofertas puntuales y depósitos, pero también fondos". En los últimos meses, ING ha impulsado su apuesta por los fondos de inversión, superando los 5.500 millones en patrimonio. El banco holandés no comercializa estos vehículos directamente, sino que lo hace mediante alianzas con gestoras como Mapfre AM o Mutuactivos. Pese a ello, la entidad ha reducido de manera paulatina su dependencia de los productos de ahorro desde el 68% que representaban en 2006, diversificando el negocio en España.

En 2023 superaron la barrera de los 1.000 millones de ingresos por primera vez en su historia en la Península, que se tradujo en un beneficio de 314 millones, un 51% más, y una rentabilidad (ROE) del 16%, por encima de la media sectorial, que ronda el 12%. Este resultado se ha conseguido tras lograr un equilibrio entre las diferentes áreas de negocio, ya que mientras hipotecas y ahorro representan el 50% de sus ingresos, la otra mitad procede de banca mayorista, préstamos al consumo, inversión y seguros. De cara a este 2024, que estará condicionado por los dictámenes que vengan de Fráncfort, esperan una reactivación en el mercado hipotecario, que ya ofrece síntomas de recuperación y puede dar un nuevo impulso a la cuenta de resultados. 

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