Luis del Rivero, expresidente de Sacyr y uno de los supuestos espiados por parte de BBVA a través de las contrataciones al comisario jubilado José Manuel Villarejo, no se ha quedado callado en la junta de la entidad financiera que se ha celebrado este mismo viernes en Bilbao. Así, en su intervención frente al consejo, ha pedido una "renovación total" del consejo de BBVA.
En concreto, Del Rivero pidió cambios en el máximo órgano de la compañía. "Les ruego que, por cooptación después de ese consejo, nombren consejeros a cinco vascos y españoles universales, que los hay", señaló. Y siguió con su discurso diciendo que, en su opinión, debería tratarse de profesionales "con el culo pelao en cuestiones bancarias, no políticos y profesores" con el fin de llevar a cabo cambios profundos en la entidad.
El fin de este cambio sería, según Del Rivero, que "usted y el resto de consejeros vayan al Banco Central Europeo y pacten una remodelación total del consejo del banco de forma que se inicie una etapa de colaboración total con la justicia y el BCE". Además, ha tenido palabras para el propio presidente, Carlos Torres, que ha recordado que"no aparece como custodio" en la investigación interna encargada a PwC. Esto supone que no haya sido investigado por la firma contratada.
Pero esta no es la única recomendación que ha hecho Del Rivero en su turno de palabra, que ha sido apremiado a finalizar en varias ocasiones, El expresidente de Sacyr ha propuesto "que retiren de forma definitiva el nombramiento de presidente de honor de Francisco González" a la vez que "le retengan todos los activos en manos del banco". Tras ello, ha solicitado que "procedan al nombramiento de Emilio Ybarra como presidente de honor a título póstumo".
Ante estas palabras y las de otros accionistas -como Felipe Izquierdo, también supuesto espiado por el banco-, la entidad ha reiterado que se trata de un caso bajo investigación judicial. "La actuación del banco siempre ha ido en el sentido de conseguir el mejor interés para BBVA y los accionistas". Carlos Torres ha recordado el 'forensic' llevado a cabo por PwC, "de caracter voluntario", y la entrega de abundante información, la puesta a disposición del juzgado de la base documental, la investigación abierta para lo que el juzgado solicitase y la declaración durante más de 15 horas de los representantes legales.
Pese a ello, ha recordado que el proceso sigue en una "fase incipiente", por lo que considera prematuro calcular daños y llevar a cabo provisiones como algunos accionistas han pedido. "No hay acusación formal por ningún delito", señalaba, y recordaba que la justicia tiene sus propios plazos y hay que dejar que se lleven a cabo.
Efectos del coronavirus
Pero pese a que el tema Villarejo, unido a los problemas laborales, han sido los más mencionados en las intervenciones de los accionistas, no han sido los únicos. El coronavirus que ha hecho de la junta de este viernes la más atípica de los últimos años también ha estado presente. "Todavía es pronto para estimar el impacto económico en los próximos trimestres, aunque BBVA Research estima que incluso en un escenario de recuperación en 'V', el crecimiento global podría reducirse medio punto del PIB en 2020", señalaba en su discurso el presidente de la firma.
Precisamente por el efecto de esta pandemia, la entidad financiera ha separado en diferentes salas a sus accionistas dejando a un máximo de cien propietarios de títulos en cada una de ellas. Del mismo modo, en el escenario del Palacio de Euskalduna solo se encontraban tres miembros: el presidente, el CEO y el secretario del consejo. El resto de los miembros del máximo órgano estaban divididos en otras habitaciones. En total, de forma presencial, a la junta han acudido menos de cien accionistas, tal y como ha confirmado el propio Torres.
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