El aeropuerto de Heathrow se ve forzado a retrasar hasta seis semanas más de lo previsto, hasta el 29 de octubre, su límite de pasajeros ante los persistentes problemas para gestionar el incremento de la demanda de viajes tras la pandemia de coronavirus. Desde julio, el mayor aeródromo del Reino Unido limitaba a 100.000 los pasajeros que pueden despegar cada día desde sus instalaciones, una medida que, según aseguran sus responsables, ha permitido mejorar la puntualidad de los vuelos y reducir las cancelaciones de última hora.
Miles de trayectos han sido anulados este verano ante la falta de personal en aerolíneas e instalaciones aeroportuarias, y durante las primeras semanas de verano fueron habituales en los medios británicos imágenes de largas colas en las llegadas de Heathrow y sistemas de gestión de equipajes colapsados. "Nuestra principal preocupación es asegurarnos de que ofrecemos a nuestros pasajeros un servicio de confianza cuando viajan", señaló en un comunicado Ross Baker, jefe comercial del aeropuerto londinense. "Por ese motivo establecimos límites temporales de capacidad en julio, que ya han permitido mejorar la movilidad durante el verano", agregó
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