La compra de Hiperbaric se cierra con Alantra y salva la planta en Burgos

  • Andrés Hernando, que era director general de Hiperbaric, fue despedido por la familia Nicolás Correa, se queda con el 30%.
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La compra de Hiperbaric, que tiene una cuota de en torno al 50 por ciento del mercado mundial de máquinas de muy alta presión para la conservación de alimentos, se formalizó ayer por un importe de 135 millones con la entrada de la sociedad de capital-riesgo Alantra, que se queda con el 70 por ciento de las acciones.

El nuevo presidente y consejero delegado de Hiperbaric, que ha comandado la operación, Andrés Hernando, ha explicado que él mismo y personas de su entorno próximo se han quedado que el 30 por ciento, mientras que otros dos accionistas controlan a partes iguales el 10 por ciento restante.

Hernando ha asegurado que con esta compra se garantiza la permanencia de la planta en Burgos y, una vez superados los conflictos internos de los últimos meses "ahora toca fabricar máquinas, que es a lo que se dedica Hiperbaric". Andrés Hernando, que era director general de Hiperbaric, fue despedido por la familia Nicolás Correa, que controlaba el 90 por ciento de las acciones, al oponerse a la vena a la estadounidense JBT, dedicada a la fabricación del mismo tipo de máquinas.

Para Hernando, esto hubiera supuesto la deslocalización de parte de la plantilla con mayor cualificación y el traslado del centro de decisión a Chicago. Aunque la familia Nicolás Correa terminó realizando el acuerdo de venta a JBT, Hernando, que poseía el 10 por ciento de las acciones de la compañía ejerció su derecho de tanteo y retracto, lo que le obligó a pasar de los cien millones que había ofrecido por Hiperbaric a tener que igualar los 135 ofertados por la compañía estadounidense.

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