Foco en Bruselas

Moncloa analizará la opa de Talgo como una cuestión "estratégica de seguridad"

La primera reacción a la opa formal de Magyar Vagon sobre Talgo llega desde Economía, cuyo titular Carlos Cuerpo asegura que su departamento ya analiza la operación para defender su seguridad estratégica.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
Moncloa analizará la opa de Talgo como una cuestión "estratégica de seguridad"
Europa Press

La reacción a la opa presentada formalmente este jueves por el conglomerado húngaro Magyar Vagon sobre el 100% del capital de Talgo ante la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) no ha tardado en llegar desde Moncloa. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha adelantado a su salida de una comparecencia en el Congreso que el Gobierno defenderá sus "intereses estratégicos en materia de seguridad" en la operación que su departamento ya ha comenzado a estudiar.

Las declaraciones del titular de Economía van en armonía con la postura que se ha ido expresando desde el Gobierno en las últimas semanas para preservar el control estratégico del fabricante de trenes en España, pero deslizan el peso que juega la seguridad en esta operación. Pues, tal y como detallaron fuentes políticas cercanas al proceso a este medio, el Ejecutivo busca evitar un posible conflicto diplomático en Bruselas, donde se analiza con cautela el proceso ante la posibilidad de que el consorcio respaldado por el Gobierno de Viktor Orban tome las riendas de uno de los fabricantes mejores postulados a encauzar la reconstrucción de las infraestructuras de Ucrania.

Una vez el consorcio magiar ha presentado al supervisor el folleto explicativo de su oferta por la totalidad del capital de la cotizada española a cinco euros por acción, que conforman un montante de 619,3 millones de euros, el reloj ha empezado a correr en Moncloa para dar una respuesta, o no, en los tres próximos meses a la ofensiva del consorcio respaldado por el Gobierno de Viktor Orban. Mientras, el Ejecutivo busca un 'caballero blanco' en España para evitar que el capital húngaro tome las riendas de Talgo con una oferta que no se distancie mucho del precio fijado desde Budapest en aras de dar salida a las dificultades industriales, financieras y accionariales que afronta el negocio del fabricante de trenes.

Según las fuentes consultadas, las exigencias que el Ejecutivo español ha puesto sobre la mesa para el cambio de control en el capital del fabricante están alineadas con las condiciones expuestas desde Talgo antes de recibir la opa. Desde ambas partes no se contempla un escenario donde la operación ponga en riesgo la salida del centro de decisiones del fabricante fuera de España y abogan por mantener aquí la sede, el empleo y la capacidad industrial de la entidad. Las mismas fuentes aseguran que hay accionistas de Talgo que no darán su visto bueno a la operación si no se cumplen estas condiciones.

¿Quién analizará la operación?

Tal y como detalla la información remitida por el grupo húngaro a la CNMV, el visto bueno de la operación está en manos del Consejo de Ministros, donde se analizará el informe redactado desde la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria para autorizar la oferta. También deberá recibir luz verde desde la Comisión Europea, quien evaluará si la concentración resultante del mercado cumple con el reglamento de competencia. En la misma línea, la operación también será analizada desde las autoridades de competencia y negocios de los países implicados en el negocio de ambas entidades como Noruega, Albania, Kosovo, Montenegro, Serbia, Egipto y Arabia Saudí.

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