Sacyr registró un beneficio neto de 25,5 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 20,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, debido a que el año pasado se contabilizaron los resultados extraordinarios por la venta de la autopista de Guadalmedina, según ha informado la compañía.
El grupo destaca que su resultado por variación de instrumentos financieros recoge un impacto negativo de 234 millones de euros, de los cuales la gran mayoría corresponden a los derivados financieros a través de las cuales el grupo tiene cubierta su participación en Repsol, que aportó 250 millones al resultado. El valor contable de su participación del 8,2% en la petrolera se situaba en 1.337 millones de euros o 10,91 euros por acción.
Entre enero y marzo, el grupo aumentó un 17% su resultado bruto de explotación (Ebitda), hasta alcanzar los 194 millones de euros, mientras que su cifra de ingresos se elevó un 7,3% interanual, hasta 1.056 millones. La cifra de negocios se distribuye geográficamente entre Europa (55%), Latinoamérica (39%), Estados Unidos (3%) y resto del mundo (3%).
El grupo sigue creciendo a buen ritmo en su área de ingeniería (+12%) como en concesiones (+6%), aunque dentro de ellas destaca el aumento las infraestructuras (+23%) y agua (24%), aunque con descensos en construcción (-16%). "Los ingresos de la actividad de Sacyr Servicios decrecieron un 5%, afectada ligeramente su área de multiservicios por la afección de la Covid-19", señala la compañía.
La cartera de ingresos futuros cerró el primer trimestre en 40.189 millones de euros, el 3% más que a cierre de 2020, gracias a la incorporación de nuevos proyectos de construcción y concesionales. El flujo de caja operativo creció el 31%, hasta 117 millones de euros, mientras que la deuda financiera se elevó un 22% hasta marzo frente a diciembre de 2020, hasta situarse en los 927 millones.
