
El presidente ejecutivo de la firma ha explicado que el importante crecimiento del beneficio está relacionado también con un impacto negativo registrado en 2021 debido a los cambios legislativos en Reino Unido.
El presidente ejecutivo de la firma ha explicado que el importante crecimiento del beneficio está relacionado también con un impacto negativo registrado en 2021 debido a los cambios legislativos en Reino Unido.
El grupo gallego de distribución textil ha obtenido la mayor facturación y beneficio de su historia, mientras que sus principales competidores avanzan a marchas forzadas ante los problemas de suministro.
La compañía, en su apuesta por crecer, ha invertido 145 millones de euros en el último ejercicio, que se han destinado principalmente a su plan de expansión, inaugurando un total de 80 establecimientos nuevos.
El consejo de administración propondrá un dividendo de 5,1 euros después de obtener un beneficio neto de 186 millones, cifra a la que BME ha contribuido por segundo año consecutivo a los resultados.
En cuanto al resultado bruto de explotación, este creció un 38,7%, hasta los 66.442 millones en el conjunto del año. Según Rodrigo Araujo, esta cifra es consecuencia de decisiones "relevantes" tomadas en 2022.
Algunos bancos de inversión alerta de la preocupación que existe acerca de que la compañía no haya reiterado su intención de reducir a cuatro veces el ebitda la ratio de apalancamiento este ejercicio.
La tecnológica refuerza la remuneración al accionista en un 67%, hasta los 0,25 euros por título y avanza buenas perspectivas de negocio, con la expectativa de superar los 4.000 millones de facturación.
El CEO de la empresa, Enric Asunción, ha lamentado que durante 2022 las "entregas de vehículos eléctricos en Europa se vieron afectadas por múltiples factores económicos y geopolíticos".
La multinacional destacó que al excluir el impacto de los atípicos, las pérdidas al cierre del ejercicio fueron de 792 millones de euros en comparación con un resultado negativo de 990 millones en 2021.
La deuda financiera neta del grupo se sitúa en los 728,4 millones de euros y el apalancamiento financiero (la relación entre la deuda neta y el EBITDA) se reduce hasta 5,4 veces al cierre del último ejercicio.
La compañía ha superado por primera vez los 500 millones en ingresos, en concreto, ha facturado 501 millones, con un beneficio bruto de explotación de 63 millones, lo que implica un 21% más que en 2021.
La socimi consiguió incrementar el valor bruto de los activos un 1% en términos comparables, hasta los 13.000 millones de euros, a pesar del impacto que ha tenido la subida de los tipos de interés.
El alza de las ventas se vio "parcialmente contrarrestado" por el efecto de la devaluación de monedas, sobre todo del euro frente al peso mexicano, lo que impactó 6,6 puntos porcentuales en la facturación.
La firma cerró el ejercicio con 56.735 empleados, un 8,9% más que al final de 2021. De estos, más de 30.000 se encuentran en España, donde se ha aumentado en más de 1.900 personas la plantilla.
La compañía ha informado de que propondrá a la junta general ordinaria de accionistas el pago de un dividendo complementario de 0,727 euros por título a cargo de estos resultados, en el mes de julio.
La deuda financiera neta de la socimi asciende a 3.792 millones, lo que supone un recorte del 28% y un LTV del 32,7%, frente al 39,2%, un descenso que se explica principalmente por la venta de las oficinas de BBVA.
La firma ha logrado un avance de sus operaciones del 22,4%, creciendo en todas las geografías en las que opera la compañía, gracias a un "excelente" traspaso de inflación a precio en todos los mercados.
Sus tres principales negocios experimentaron una evolución positiva, apoyada en el aumento del 28,3% del beneficio neto del área de Construcción, del 16,1% en Concesiones y del 5% en el segmento de Servicios.
La compañía de renovables obtiene un beneficio neto de casi ocho millones en 2022, frente al agujero de 3,3 millones con los que cerró en 2021 gracias al aumento en más de un 55% de su volumen de negocio.
La firma disparó un 33% sus ingresos hasta los 293 millones de euros y aumentó su Ebitda un 21% (50,2 millones) gracias a la puesta en marcha de parques propios y las ventas de energía asociada a los mismos.
El resultado anual recoge un impacto de 56,5 millones por la reducción de la aportación de otros resultados financieros y de sociedades valoradas por el método de la participación, según las cuentas de la empresa.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo fue de 3.536 millones, un 6% por encima de 2021, lo que le permitió repartir un dividendo de 602 millones, de los que ACS se embolsó en torno a 300 millones.
Volverá a retribuir a sus accionistas con 0,74 euros por acción. La recuperación del mercado turístico y la implantación de nuevas soluciones tecnológicas le asoma a las cifras de negocio de 2019.
Por mercados, la cifra de negocio se anotó alzas de dos dígitos en casi todos sus mercados. Así, las ventas crecieron un 17,3% en Norteamérica, un 19,5% en México, un 23,3% en Latinoamérica y un 9,8% en la UE.
La empresa se ha anotado un resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) de 2.539 millones de euros, un 5,3% más que en el ejercicio anterior, y ha cumplido con la parte alta de la guía dada al mercado.
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