Sánchez anuncia a sus barones que hará una oferta a Podemos para la investidura

    • El Comité federal del PSOE ratitica este lunes acuerdo con Ciudadanos, avalado por la militancia.
    • La propuesta, según el líder socialista, incluye medidas no recogidas en el pacto con Rivera.
Sánchez dice que el acuerdo con C's deroga "de facto" la reforma laboral y lo "más polémico" de la 'ley mordaza'
Sánchez dice que el acuerdo con C's deroga "de facto" la reforma laboral y lo "más polémico" de la 'ley mordaza'

"Por nosotros no va a ser". Así resume Pedro Sánchez la estrategia que la dirección socialista maneja desde el pasado 21-D, día después de las generales. La evidente táctica pasa por empujar a Podemos a sumarse al acuerdo oficializado el pasado miércoles entre PSOE y Ciudadanos. El único arrancado en los dos meses transcurridos desde entonces.

En su intervención ante el Comité Federal socialista, reunido este lunes, Sánchez ha anunciado que intentará, hoy mismo, convencer "al resto de las fuerzas del cambio" para que le apoyen en la investidura, con un acuerdo que, ha dicho, "vaya más allá" del suscrito la semana pasada con Ciudadanos.

Se trata, ha avanzado, de un documento amplio con propuestas en "materia laboral, social y de regeneración democrática", algunas no incluidas en el firmado con Rivera pero sí avanzadas en la prenegociación con las formaciones de izquierda. El nuevo texto será remitido tanto a Podemos como a sus distintas confluencias territoriales, a IU-UP y Compromís. Organizaciones, todas ellas, con las que exploró el pacto hasta que los de Iglesias diesen por rota la mesa de negociaciones una vez oficializado el acuerdo con Ciudadanos.

El propósito, ha dicho el socialista, es que estas fuerzas se unan para permitir que en España haya "un Gobierno progresista y de cambio" tras el pleno de investidura, que mañana comienza en el Congreso. "Al resto de fuerzas políticas del cambio les decimos que se sumen a este cambio", ha urgido el secretario general socialista ante sus barones, muchos escépticos con las negociaciones con Iglesias.

En un claro mensaje a Podemos, Sánchez ha advertido de que "la peor de esas medidas es mucho mejor que mantener a Rajoy como Presidente del Gobierno". El socialista ha rebatido algunos de los mensajes de la formación emergente, que considera que el pacto supone una continuidad de las políticas del PP. "Los que dicen que no se toca la reforma laboral mienten", ha avisado Sánchez.

El secretario general ha defendido el intento de lograr la investidura. "Rajoy rechazó la encomienda del Jefe del Estado. Nosotros dimos un paso al frente, desbloqueamos la situación", ha destacado.Un comité sin sobresaltos

No se esperan grandes sorpresas en el cónclave socialista, convocado para ratificar el acuerdo suscrito con Ciudadanos y avalado este fin de semana por la militancia. Sólo diez dirigentes han pedido turno de palabra, y, entre ellos, sólo dos críticos, el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, contrario a la supresión de este órgano, y el dirigente de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias. No intervendrá, no obstante, ni la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ni otros dirigentes escépticos con Sánchez, como el valenciano Ximo Puig o el extremeño, Guillermo Fernández Vara.

Un ánimo notablemente distinto al de los dos pasados Comités. El primero, celebrado unos días después del 20-D sirvió para que los barones marcasen a Sánchez las líneas rojas de cualquier acuerdo: no a una negociación con independentistas, y no también a aquellos que defiendan consultas y referéndums. Referencia clara a Podemos.

El segundo, para medir un pulso entre Sánchez y Díaz que se cerró en tablas: el primero se sacó de la manga la consulta a la militancia y la segunda logró que el congreso federal se adelantase a mayo, antes de la fecha prevista por la dirección socialista.

No era previsible que este lunes nadie elevase la voz contra un dirigente respaldado por la militancia. El mensaje de no descoser el partido ante la investidura ha circulado en los últimos días por las distintas federaciones y ha dado resultados: ningún líder autonómico se ha mostrado explícito en las críticas. Incluso Díaz aprovechó las celebraciones del Día de Andalucía, este fin de semana, para arengar a su secretario general. "España le necesita", resumió la lideresa andaluza.

Pese al rechazo de muchos dirigentes a la eliminación de las diputaciones, una de las cinco condiciones exigidas por Rivera a los socialistas, el pacto con Ciudadanos se acepta de buen grado: aunque no permita sumar los escaños para que Sánchez sea investido, sí aleja, al menos por el momento a Podemos.

Los barones han visto confirmados, no obstante, sus temores de que el líder socialista se viese avalado por las bases para explorar un nuevo acuerdo con los de Iglesias. La pregunta que votaron los afiliados, sin referencia a ningún partido concreto ya que se cerró antes de que se anunciase el acuerdo con los de Rivera, es lo suficientemente abierta como para que Sánchez pueda considerarse refrendado cualquier intento de lograr la investidura.

El 'portazo' de los de Iglesias, justificado en las propuestas del acuerdo suscrito el pasado miércoles entre Sánchez y Rivera, tampoco se entiende como inamovible. De hecho, desde la formación emergente se insiste en la "mano tendida" al líder socialista si, finalmente-esto es, tras la segunda votación fallida de investidura-se decide a retomar diálogo con los partidos de izquierda. Podemos, pero también IU y Compromís, las otras dos formaciones sentadas en la misma mesa de negociaciones.


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