Casi 4.000 personas trabajan en España para el proveedor francés de automóviles Forvia, conformado tras la fusión entre Faurecia y Hella. Con más detalle, son 3.830 los empleados que trabajan para el grupo galo en la veintena de centros que posee dentro de las fronteras españolas. Esta plantilla forma parte de un total de 75.500 trabajadores en Europa, que recibieron el pasado 19 de febrero el anuncio de un plan de ajustes que implica la reducción de 10.000 puestos de trabajo durante los próximos cinco años.
Si bien las primeras líneas del plan avanzadas por la entidad se dirigen hacia una reducción drástica e inmediata de la contratación, los trabajadores todavía no han recibido información del impacto que tendrá el plan por división y país. En aras de coordinar la línea de actuación a seguir, los representantes sindicales de los países donde opera la compañía se reunieron el pasado 28 de febrero. Posteriormente, lo hicieron con la dirección de la empresa.
Las principales conclusiones que las federaciones de Industria de CCOO y UGT trasladan de la primera reunión constatan la incertidumbre de los empleados sobre los ajustes. Las fuerzas sindicales exigen saber cómo va afrontar la empresa la marcha de los eventuales -que según la dirección serán los primeros en salir-, y a posteriori, cómo se va a balancear la carga de trabajo con menos manos de obra. A medida que los sindicatos franceses buscan establecer contacto con el Gobierno de Macron, tanto UGT como CCOO se pondrán en contacto con IndustriAll para coordinar sus acciones conjuntas con otros países.
El CEO apunta a una "congelación de la contratación"
Durante la reunión que mantuvieron sindicatos y dirección, según ha podido saber este medio, el director general del grupo Patrick Koller reconoció a los representantes de los trabajadores que no puede ofrecer más detalles de sus planes. "Tener en cuenta que somos 60.000 con contrato fijo y 15.000 eventuales, la pregunta es si están donde tocan y dependerá de que la gente quiera estar donde hace falta", explicó el CEO, que dirige su visión hacia una "congelación de la contratación".
Koller trasladó a las fuerzas sindicales de España que no existe un plan estratégico de cuatro años para Europa de manera que, cuando decidan avanzar en su plan estratégico, "se informará y se gestionará de la mejor manera posible en base a las leyes del país y con mucho respeto hacia los trabajadores". El próximo encuentro entre ambas partes se producirá en la reunión ordinaria que celebra la compañía en mayo.
Se mantiene por tanto la incertidumbre entre la plantilla con el plan que Forvia ha bautizado como 'EU Forward' con el objetivo de apuntalar su rentabilizad y reforzar la competitividad de sus operaciones en el mercado automovilístico europeo ante unas previsiones poco optimistas con el volumen de producción a medio plazo. Con la ejecución de este programa, espera lograr un ahorro de 500 millones de euros en base anual en 2028. Según lo explicado por la firma, el programa implicará aumentar sus cargas de reestructuración en un 50% hasta unos 1.000 millones de euros, de los cuales la mitad se realizarán en 2024-2025 y la otra mitad hasta 2028.
A pesar de poner fin a las pérdidas de 382 millones que encajó en 2022 y obtener 222 millones de beneficio en el último año, las expectativas de mercado vislumbradas por el grupo y su plan de ajustes no recibieron el 'feedback' que la firma esperaba en el mercado. El mismo día que el grupo publicó sus cuentas y presentó su hoja de ruta estratégica, el precio de su acción cayó de 16 a 14 euros y llegó a aterrizar en 12 en la jornada siguiente sobre el parqué parisino.
A nivel europeo, Forvia tiene presencia en los principales puntos estratégicos de la industria como Francia, España, Alemania, Reino Unido y República Checa, entre otros. A escala nacional, sus principales instalaciones se ubican en Vigo, Ourense, Valladolid, Tarazona (Zaragoza), Vitoria, Pamplona, Abrera (Barcelona), Almussafes (Valencia) y Villaverde (Madrid).
