El proveedor francés de automóviles Forvia, conformado tras la fusión entre Faurecia y Hella, afronta un punto de inflexión para remontar su competitividad en Europa. La caída de producción automovilística que arrastra el sector en los últimos años y unas previsiones no mucho más optimistas para el resto de la década, han llevado al fabricante de componentes para automóviles a anunciar un plan de ajuste de empleo con el que espera reducir 10.000 puestos de trabajo en Europa durante los próximos cinco años.
Bajo el marco del programa 'EU-Forward', la compañía gala ha diseñado una hoja de ruta para desprenderse de un 13% de su fuerza laboral formada por 75.500 personas que trabajan para el grupo en el continente europeo. Casi 4.000 de ellas, lo hacen desde España. Según los datos facilitados por Comisiones Obreras, el grupo posee una plantilla de 3.830 trabajadores distribuidos en una veintena de centros que operan dentro de las fronteras españolas.
Desde Comisiones no han tardado en expresar su preocupación por la estrategia que plantea la empresa y aseguran desconocer el alcance que podría llegar a tener sobre los empleados de España. Las mismas fuerzas sindicales apuntan al próximo miércoles 28 de febrero como fecha clave para que la dirección de la compañía proporcione más detalles sobre su proyecto. No obstante, las primeras líneas del plan avanzadas por la entidad se dirigen hacia una reducción drástica e inmediata de la contratación para limitarla a lo estrictamente necesario y minimizar tanto como sea posible el impacto sobre el empleo. Pero también corre el riesgo de que se ejecuten despidos directos para conseguir reducir entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo cada año hasta 2028.
La presentación del nuevo plan estratégico tuvo lugar después de que el fabricante francés informase este lunes de unos beneficios de 222 millones de euros en el último año, en contraste con las pérdidas que registró en el ejercicio anterior. El grupo atribuye el crecimiento a una sólida demanda y a una mejora gradual de la cadena de suministro, que han resistido bajo la sombra de un escenario complicado por la escalada de tensiones geopolíticas y una mayor competencia con sus rivales asiáticos en la transición hacia los vehículos eléctricos.
Las razones del ajuste
De cara a los próximos años, la compañía quiere seguir apuntalando su rentabilidad y reforzar la competitividad de sus operaciones en el mercado automovilístico europeo. Y ante unas perspectivas que no ofrecen indicios de un crecimiento del volumen de producción a medio plazo, ha decidido poner en marcha el citado 'EU-Forward' con el que espera lograr un ahorro de 500 millones de euros en base anual en 2028. Según lo explicado por la firma, el programa implicará aumentar sus cargas de reestructuración en un 50% hasta unos 1.000 millones de euros, de los cuales la mitad se realizarán en 2024-2025 y la otra mitad hasta 2028.
Para llevar a cabo este proceso, el grupo apuesta por acelerar la implementación de la inteligencia artificial en las principales líneas de actuación de la compañía en aras de optimizar la inversión y reducir los costes en I+D, así como la gestión de programas que doten al fabricante de la capacidad necesaria para competir en el sector. La compañía busca en estas medidas reducir la dependencia que tiene sobre la industria china y potenciar el crecimiento de su negocio en el continente asiático.
A nivel europeo, Forvia tiene presencia en los principales puntos estratégicos de la industria como Francia, España, Alemania, Reino Unido y República Checa, entre otros. A escala nacional, el grupo ha comenzado el año con 20 centros de trabajo tras vender cuatro procedentes de la división de SAS al proveedor automotriz Motherson Group a principios de 2023. Así, sus principales instalaciones se ubican en Vigo, Ourense, Valladolid, Tarazona (Zaragoza), Vitoria, Pamplona, Abrera (Barcelona), Almussafes (Valencia) y Villaverde (Madrid).
