300.000 franceses crean nuevas empresas a pesar de la crisis

  • Francia está empezando a recoger los frutos de la ley que un año atrás introdujo una reducción de impuestos y de trabas burocráticas para que los franceses crearan empresas y combatir así un frente de la crisis económica. Artur Schulz ha creado una compañía de alquiler de bicicletas eléctricas y Valérie Pizzi ha empezado un negocio de restauración de muebles. Dicen que la ley se lo ha puesto mucho más fácil.
Francia ha experimentado un boom de emprendedores en 2009
Francia ha experimentado un boom de emprendedores en 2009
Ben Barnier | Global Post
Ben Barnier | Global Post

(El siguiente vídeo está en inglés. Puedes leer su transcripción al castellano más abajo).

In situ: La nueva generación de emprendedores en Francia

(París, Francia). [Ben Barnier, corresponsal de GlobalPost en Francia]: Puede que la palabra "entrepreneur" ["emprendedor" en inglés y en francés] tenga origen francés, pero como concepto resulta algo sorprendentemente ajeno [para la gente de] aquí. El país es más bien conocido por su alto número de funcionarios públicos, uno de cada cinco trabajadores. Y eso, combinado con impuestos altos y mucha burocracia, ha limitado el crecimiento del número de emprendedores.

Pero esto no es más que un engaño. Una ley aprobada ya en enero de 2009 provee importantes ventajas fiscales y una regulación más sencilla para los futuros empresarios. Ahora el país está comenzando a recoger sus frutos. Más de 300.000 personas han lanzado sus propias empresas bajo la nueva ley. Artur Schulz, de 29 años, llevaba intentándolo desde hacía años y por fin asumió el liderazgo de los emprendedores a principio de enero del año pasado creando Green On.

Su compañía alquila bicicletas eléctricas a otras empresas, como la de un destacado fabricante francés de chips electrónicos: "Lo bueno de Francia es que los que buscan empleo como yo obtienen ayuda del Gobierno. Durante varios meses, puedes recibir el subsidio del desempleo para poder poner en marcha tu propia empresa en buenas condiciones. Esto realmente ayuda mucho".

Florence Méro es la directora de Ciel, una compañía de software que ha realizado un estudio sobre los nuevos emprendedores en Francia: "Aquí realmente hay hambre por emprender. Pero había que deshacerse de unas trabas burocráticas, que fue lo que hizo esta ley, y ahora ser emprendedor está al alcance de todos los franceses".

Valérie Pizzi fue despedida de su trabajo como vendedora hace varios años. Desde entonces, ha estado aprendiendo a restaurar muebles. Pero decidió convertir esa afición en negocio aprovechando la nueva ley, la Maison Salamandre: "Con la nueva ley, puedes comenzar tu actividad inmediatamente, sin tener que rellenar muchos documentos. En diez minutos te conviertes en tu propio jefe y pagas menos impuestos, así que verdaderamente no hay más que ventajas". Pero, por supuesto, entre todo este optimismo también hay datos malos: muchas [nuevas] empresas no salen adelante.

[Artur Schulz:] "Es como una bici: necesitas seguir pedaleando para continuar avanzando y no caerte. Puede que fracasemos, pero también puede que nos vaya bien. Esa es la regla del juego cuando te conviertes en un emprendedor.

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