AMNISTÍA CREE QUE LA UE ABRE LA PUERTA A LOS PREJUICIOS SOBRE EL USO DEL VELO EN EL TRABAJO

El director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, John Dalhuisen, afirmó este martes que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha abierto “una puerta trasera” a los prejuicios al avalar que las empresas prohíban el uso del velo islámico en el trabajo.
El TJUE dictaminó que dos empresas no violaron la legislación contra la discriminación de la UE cuando despidieron a dos mujeres de sus puestos de trabajo en Francia y Bélgica por usar el pañuelo islámico.
Dalhuisen indicó en un comunicado que los “decepcionantes” fallos judiciales de hoy dan “un mayor margen” a los empresarios para “discriminar a las mujeres y a los hombres por sus creencias religiosas”. “En un momento en que la identidad y la apariencia se han convertido en un campo político de batalla, la gente necesita más protección contra los prejuicios, no menos”, añadió.
Además, recalcó que el Tribunal señala que las empresas no deben consentir los prejuicios de sus clientes, pero, “al declarar que las políticas de la empresa pueden prohibir los símbolos religiosos sobre la base de la neutralidad, han abierto una puerta trasera precisamente a tales prejuicios”. “Es el momento de que los gobiernos nacionales den un paso más y protejan los derechos de sus ciudadaños”, apostilló.
El 12 de junio de 2006, G4S Secure Solutions NV (G4S), una empresa privada de Bélgica, despidió a Samira Achbita, que trabajaba como recepcionista desde febrero de 2003, porque ésta informó a la compañía de su intención de ponerse el pañuelo en su turno laboral. Posteriormente, los empleados fueron sometidos a una prohibición escrita de los símbolos religiosos y filosóficos en su lugar de trabajo.
En otro caso, Micropole SA, empresa privada radicada en Francia, despidió el 22 de junio de 2009 a Asma Bougnaoui, que trabajaba como ingeniera de diseño para la compañía desde el 15 de julio de 2008, porque quería seguir usando el pañuelo durante la prestación de servicios a los clientes de la empresa. Micropole SA señaló en la carta de despido que los empleados tenían que respetar una política de "neutralidad" frente a sus clientes.
Amnistía Internacional, junto con la Red Europea contra el Racismo, trasladó al TJUE que tanto las medidas impuestas por G4S Solutions NV como por Micropole SA a sus empleados constituyen una discriminación basada en la religión o las convicciones.

Mostrar comentarios