(AMPLIACIÓN) FERNÁNDEZ (PSOE) PIDE A LOS CANDIDATOS “RESPETO” ENTRE ELLOS Y AL PARTIDO

- “Si hoy hacemos oposición unidos, mañana gobernaremos unidos”. El presidente de la Comisión Gestora del PSOE, Javier Fernández, pidió este sábado a los militantes que quieran optar a asumir el liderazgo de la formación que se respeten entre ellos, al partido y a los procedimientos porque es lo que se debe “trasladar a la gente”.
Fernández realizó un discurso en clave interna en la que ha sido su primera intervención ante el Comité Federal del PSOE en calidad de presidente de la Gestora, en el que reconoció la "dura y áspera pugna política" que ha vivido y vive el partido.
Al final del mismo, pidió a los militantes que den el paso para optar a liderar el PSOE y que respeten a los ciudadanos para que la gente no vea que son alguien que les pide el voto cada equis años, sino que son un “conciudadano”. “Estamos aquí por ellos, para ellos”, remarcó.
“Estamos en la oposición pero eso es un lugar político en el que no hay victorias que celebrar, ni cargos que repartir, ni éxitos diplomáticos que contar” sino que lo “único” que hay que hacer es “trabajo, esfuerzo y tesón” y ahí, “si la hacemos unidos, si hoy hacemos oposición unidos, mañana gobernaremos unidos”. “No tengáis la menor duda, gobernaremos unidos”.
Fernández hizo una férrea defensa de la abstención que adoptó el PSOE y permitió el Gobierno de Mariano Rajoy. Dijo que uno debe actuar “con la lealtad a uno mismo, a tu partido, a tus votantes y a tu país” y, cuando éstas entran en conflicto, siempre poner a tu país por encima de todo lo demás”. Cuando tomó aquella decisión “hubo quien construyó una atmósfera de intimidación, de un antagonismo ritualizado, primario, agresivo… sobre todo en las redes sociales
En este sentido, dijo que sigue pensando que la abstención en la investidura de Mariano Rajoy fue la “menos mala” de las decisiones que tenían sobre la mesa porque desde que se conocieron los resultados de los comicios de junio “sabíamos todos lo que había que hacer”, que era dejar gobernar al PP, pero “lo que no sabíamos después es cómo ganar el congreso y eso quiero decirlo porque callar sería insultar a la verdad".
Aunque negó tener una actitud de “queja”, el dirigente asturiano dijo que es consciente de que es el presidente de una dirección “provisional” pero señaló que “no debería cuestionarse esa dirección” aunque esa provisionalidad sea “indiscutible”. Además, aseguró que “ser leal al partido es respetar las decisiones democráticas de sus órganos de decisión”.
“La lealtad al PSOE, al partido que ha estado en todas las encrucijadas de nuestra historia moderna, y a lo largo de ella los guardianes de las esencias, los que presumen de pureza ideológica y los que predican las verdades absolutas de los males de la Tierra y de los principios no fueron ni más ni menos leales que los que propusieron cambios programáticos, los que resolvieron dilemas electorales o los que plantearon adaptaciones a la realidad en cada tiempo y en cada lugar”, dijo.
Además, apuntó que “ser leal al partido es aceptar las decisiones democráticas que se toman en sus órganos de representación, porque eso es lo que fortalece a la organización”.
En este sentido, señaló que “ser leal al partido es quererlo, sí, diverso, con visiones unitarias territoriales o internas diversas compatibles con el respeto a la dirección, no es promover una lógica feudal” y saber que “el liderazgo siempre debe ser contestable y que las cuestiones siempre deben ser debatidas y que el líder siempre puede ser contradicho”.
“Ser leal al partido", añadió, "no es trazar una raya y hacer que una decisión polémica, difícil y controvertida, lo que queráis, pero democrática, se convierta en una traición a las esencias o una claudicación bochornosa. Ser leal al partido es decirle a la gente que somos más, que somos mucho más que una maquinaria dedicada en exclusiva a arrojar a cualquier precio a la derecha del poder. Eso es ser leal al partido”.
Fernández, que se hizo cargo del partido tras la dimisión de Pedro Sánchez el 1 de octubre, ensalzó la “moderación” como su forma de actuación y el “diálogo”, de manera que defendió los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo, al tiempo que defendió que también se puede ir con los sindicatos de la mano. Si hay que formar una alternativa para frenar o derrotar a ese gobierno, se hace también, apuntó.
“Si hay que asumir acuerdos institucionales se asumen y si hay que salir a la calle con los sindicatos, nos movilizamos con ellos”. Destacó también que el PSOE es el único" partido que hoy tiene "un planteamiento alternativo a la derecha liberal, al nacionalismo identitario y al populismo radical".
El también presidente asturiano pidió que, en los meses que restan hasta la convocatoria oficial del Congreso, haya un debate profundo de ideas y de proyecto y no se haga con frases demagógicas y de “trazo gordo”.
A su juicio, “lo que quieren los ciudadanos es que intentemos de verdad, no de manera impostada, sanar esa herida profunda que hemos creado en la conciencia colectiva del partido, y después quieren respuestas nuevas para preguntas viejas. Quieren discursos capaces de interpretar nuestra época. Discursos que no digan que el mercado siempre asigna mejor o que lo público siempre es ineficiente, que los impuestos siempre son indeseables, que los funcionarios siempre son demasiados…, discursos que digan que aceptamos la economía del mercado, pero que no nos avergonzamos de pedir la intervención del Estado; discursos que hablen de emplear, de redistribuir, de reindustrializar, los verbos que mejor conjugamos, y que digan que no vamos a entregar ni oportunidades, bienes, servicios a un lugar llamado mercado, a un destino llamado mercado”, afirmó el presidente de la Gestora socialista.

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