LA AYUDA DE LA ONU LLEGA A SÓLO UN 30% DE LAS PERSONAS SITIADAS EN SIRIA

- Y a menos del 10% de quienes viven en lugares de difícil acceso. El subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Stephen O’Brien, afirmó este miércoles que Naciones Unidas sólo ha podido repartir este año ayuda a un 30% de las personas sitiadas y a un 10% de quienes habitan en lugares de difícil acceso de Siria.
O’Brien indicó en un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York (Estados Unidos), que “muchos de los 4,6 millones de personas necesitadas en zonas sitiadas y difíciles de llegar aún permanecen fuera de nuestro alcance debido a la inseguridad y a las obstrucciones por las partes” en el conflicto sirio.
Señaló que, pese a las recientes aprobaciones en algunos casos, las autoridades sirias siquen sin autorizar el acceso a otras zonas, puesto que han dado su beneplácito en 6 de 11 lugares, en algunos de los cuales no podía entregarse más ayuda de la solicitada.
“Estamos aún sin la aprobación de tres zonas sitiadas a pocos minutos en coche de almacenes de la ONU en Damasco: Duma, Harasta y Daraa. La situación es terrible en estas áreas, particularmente en Daraa, donde seguimos recibiendo informes de una grave escasez de alimentos, agua potable, medicinas, electricidad y productos báSicos, con el estado de nutrición y de seguridad alimentaria concebido para ser desastroso, con informes de personas incluido obligadas a comer hierba. La miseria cotidiana en estas áreas nos avergüenza a todos”, explicó.
O’Brien consideró “crítica” la situación humanitaria en muchas áreas de difícil acceso, sobre todo de 210.000 civiles en zonas rurales al norte de Homs y otros 15.000 en Hama. “Las personas de estas áreas no tienen esencialmente ninguna posibilidad de entrar o salir y un menor acceso a agua potable, atención médica y alimentos”, añadió.
Subrayó que no conviene olvidar la situación de los cerca de dos millones de personas que viven “bajo la opresión diaria y el terror” de las zonas controladas por Daesh (autodenominado Estado Islámico). “Tenemos poco o ningún acceso a ellas y seguimos recibiendo informes de abusos generalizados contra los derechos humanos”, apostilló.
“SEÑALES DE PROGRESO”
Por otro lado, O’Brien calificó de “escandaloso” que más de 80.000 tratamientos o suministros médicos han sido “excluidos o eliminados” de los convoyes humanitarios este año, desde artículos para tratar la desnutrición infantil hasta medicinas para prevenir las hemorragias después del parto. “No puede haber ninguna justificación posible para la eliminación de estos u otros artículos médicos básicos”, agregó.
Recalcó que tampoco hay facilidades para las evacuaciones médicas en las zonas asediadas y de difícil acceso, lo que da como resultado que “las personas siguen muriendo innecesariamente”. “Claramente, esto es inaceptable. Del mismo modo, los trabajadores médicos no están recibiendo el acceso que necesitan para llevar a cabo las evaluaciones médicas adecuadas y tratar a los pacientes. Un par de horas al día para los pacientes en un convoy no es suficiente. Necesitamos un acceso regular para que los trabajadores médicos y humanitarios tengan tantas visitas de seguimiento como sean necesarias”, indicó.
Pese a ello, O’Brien apuntó que el conflicto de Siria “podría estar llegando a su fin” tras más de cinco años de guerra y que en las últimas semanas se han producido “algunas señales de progreso”, como la atención con convoyes humanitarios a 150.000 personas en 11 de las 18 zonas sitiadas de Siria y a otras 199.000 de lugares de difícil alcance.
“A pesar de que reconocemos los recientes avances en el acceso humanitario, hay que reconocer también que es sólo un primer paso de lo que se requiere. A decir verdad, necesitamos un largo camino para el acceso sostenido, incondicional y sin obstáculos que se necesita de las partes de conformidad con el derecho internacional y que demanda el Consejo de Seguridad en sus resoluciones”, destacó, antes de precisar que 13,5 millones de sirios necesitan ayuda y aún se enfrentan a “obstáculos diarios”.

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