Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2014 el procesado, "movido por el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos y haciendo uso de un perfil falso en la red social Tuenti", convenció a la citada niña de que "le había introducido un virus informático en su ordenador personal y que podía activarlo en cualquier momento, dañando su computadora".
Con este ardid, "logró engañar a la menor para que consintiera enviarle varias fotos desnuda", al tiempo que consiguió que ella iniciara "hasta cuatro videoconferencias a través de un programa informático", en las que la niña, "a requerimiento del acusado, se desnudaba y se tocaba", algo que fue "grabado todo" por el procesado.
Como consecuencia de ello, el Juzgado de Instrucción acordó la entrada y registro en el domicilio del acusado, en la capital cordobesa, e intervinieron dos dispositivos USB, una 'tablet', un teléfono y un ordenador portátil con 164 imágenes, así como archivos de vídeo con niños y niñas desnudos.
Al respecto, en la resolución judicial se detalla que los archivos fueron "compartidos por el procesado con terceras personas a través de Internet, valiéndose para ello del teléfono móvil y de la tableta". Los padres de la menor de 12 años han renunciado a cualquier indemnización que pudiera corresponderles por estos hechos.
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