Aguirre, "radicalmente a favor de la inmigración", recuerda los 2 millones de deportaciones de la administración Obama

Ahora Madrid y PSOE han mostrado en el Pleno de Cibeles su solidaridad con las 'ciudades santuario' norteamericanas, amenazadas en su autonomía por las medidas de Trump, y por el "atropello a la dignidad humana", en palabras del tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente. Ciudadanos y PP han votado abstención con la única excepción en el Grupo Popular del concejal José Luis Moreno, que ha votado a favor de la iniciativa. El edil del PP Borja Corominas no ha manifestado su posición en una votación a mano alzada solicitada por Valiente.

"Estoy radicalmente a favor de la inmigración. Estados Unidos es un país de inmigrantes y por eso es el país más envidiable del mundo", ha declarado Aguirre para abrir su intervención en el Pleno. Desde su escaño ha afeado a Ahora Madrid que "no dijeran nada de la política migratoria de (Barack) Obama, que expulsó a dos millones de inmigrantes por las bravas".

Esto supone "mil deportados al día durante sus ocho años de mandato". "¿Hay quien dé más?", ha lanzado, después de contabilizar 550.000 de deportados entre personas que trataban de buscar una vida mejor desde que Manuela Carmena es alcaldesa de Madrid. "¿Tienen algo de empatía con ellos?", ha remachado.

Parafraseando a Carmena sobre que los silencios son también culpables, Aguirre ha recordado que Clinton construyó "más de mil kilómetros de muro y la señora Hillary Clinton dijo que hacía falta poner barreras" pero Ahora Madrid "no levantó la voz para denunciarlo en más de 500 días en el Ayuntamiento. Contra Clinton y Obama no".

Aguirre ha tildado la moción de "apoteosis de la hipocresía". Después de reconocer que tampoco le gustan las medidas anti inmigración, la edil ha criticado que el delegado de Economía, Carlos Sánchez Mato, calificara de "uno de los momentos más hermosos de la historia" la revolución bolchevique de 1917.

Por último, ha criticado que tratar de dar lecciones a una democracia como la estadounidense que, en 250 años de vida, "no ha tenido ni un momento de dictadura civil o militar" es "ridículo".