Álvarez Cascos niega haber recibido llamadas para adjudicar concursos

Cascos afirma que mientras fue vicepresidente y ministro no recibió ninguna llamada del PP para adjudicar concursos
Cascos afirma que mientras fue vicepresidente y ministro no recibió ninguna llamada del PP para adjudicar concursos
EUROPA PRESS
M.A.

Si el PP recibió algún donativo de la trama de Francisco Correa mientras Francisco Álvarez-Cascos fue su secretario general, la responsabilidad no era suya, sino del que, durante esos años (1989-1999) fue tesorero nacional del partido. El exvicepresidente del Gobierno de Aznar, que ha declarado esta mañana como testigo en el juicio del caso Gürtel ha echado el muerto al que fuera su subordinado, exonerado de la causa antes de su inicio por “demencia sobrevenida”. El exnúmero dos del partido rechazó radicalmente haber amañado concursos durante su etapa de ministro de Fomento (2000-2004) y negó que hubiera recibido ningún sobresueldo en metálico, como se recoge en los papeles de Bárcenas.

En una de las conversaciones que uno de los denunciantes del caso, José Luis Peñas, grabó al supuesto cabecilla de la trama, Correa aseguraba que pagaba a Cascos por amañar “adjudicaciones de Fomento”. El principal acusado valoraba lo percibido por el exministro en “mil kilos”. “Y sé dónde los tiene. Y sé como los saca de España. En qué isla lo tiene. Un paraíso fiscal”, añadía el líder del entramado corrupto. Además de esa grabación, también implicó inicialmente al exvicepresidente un informe de la UDEF que le atribuía un reparto de comisiones por las campañas electorales de 2003 y 2004 al aparecer las siglas PAC -supuestamente Paco Álvarez-Cascos- en los papeles de la trama. Pero la policía negó esa posibilidad en un informe posterior.

Durante la hora escasa que ha durado su declaración, el exnúmero dos de Aznar en el partido y el Gobierno ha descargado toda la responsabilidad en Lapuerta. “¿Quién era el que controlaba los donativos?”, le ha preguntado el abogado de Bárcenas, la parte que ha solicitado su comparecencia. “La tesorería nacional”, ha respondido escuetamente. También ha rechazado que Lapuerta le hubiera llamado para que recibiera a alguien o le diera un trato de favor, ni durante su secretaría general, ni cuando dejó ese puesto orgánico para centrarse en el Ministerio de Fomento.

En una de sus declaraciones judiciales, Correa aseguró que, a través del empresario Plácido Vázquez, grandes constructoras como ACS, OHL o Dragados hacían propuestas de obra a la trama. Correa movía sus contactos con Bárcenas y si finalmente se les adjudicaba la obra se llevaban una comisión del 2% o el 3%. Pero Cascos ha negado que Lapuerta o Bárcenas pudiera influir en los concursos, este último “mucho menos, porque sus responsabilidades [como gerente] eran subordinadas a las de Lapuerta”, ha dicho. También ha rechazado que conociera a Vázquez, el supuesto intermediario. “Por lo tanto, hay una razón que hace inverosímil esa versión [la de Correa]”.

Respecto a las supuestas comisiones cobradas por las campañas electorales de 2003 (autonómicas y municipales) y 2004 (generales) que le atribuyó inicialmente la policía, el exvicepresidente ha recordado que en esas fechas ya no tenía ningún cargo en el partido y, por tanto, no participó en su organización. “No conozco a las empresas a las que se refiere el informe [empresas de la trama]”, ha asegurado. Después ha advertido de que la propia UDEF rectificó posteriormente y descartó que las iniciales PAC, que aparecían en la documentación de Correa, se refirieran a él. “Esas insinuaciones carecen de fundamento”, ha dicho.

En su intervención, la fiscal anticorrupción Concepción Sabadell, ha recordado que, según los papeles de Bárcenas, el exviepresidente y exministro recibió sobres con dinero en efectivo en 1990 y 1992, pero Cascos se limitó a afirmar que no recordaba si él fue en esas fechas el receptor de algún donativo al margen de su sueldo.

Solo se le ha visto algo más nervioso al referirse a un contrato firmado con uno de los imputados en el caso, el empresario Santiago Lago, propietario de la empresa Creative Team, en 2008, años después de su salida del Gobierno. Esos trabajos fueron facturados a través de su sociedad patrimonial, Tecnas. “Mi relación con Lago era estrictamente profesional”, ha dicho el exministro. “Facturé mis honorarios como consta en la información que remití al juzgado”, ha añadido.

Cascos cobró por esas funciones de asesoramiento 66.700 euros, pero no logró aclarar en qué consistieron. Sólo explicó que formó parte de un equipo multidisciplinar creado por esa empresa que tenía por objeto “infraestructuras y equipamientos”. “El objeto de esa colaboración no se desarrolló. No me encomendaron ningún tipo de trabajo posterior, así que no conozco como terminó”, ha declarado.

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