Día Internacional del Beso: Besar nos hace más fuertes y más felices

  • "Cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes"
Un matrimonio de veteranos de la II Guerra Mundial recrea el famoso beso en Times Square del 14 de agosto de 1945.
Un matrimonio de veteranos de la II Guerra Mundial recrea el famoso beso en Times Square del 14 de agosto de 1945.
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Los besos reducen las dolencias, refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a los seres humanos a pervivir en el tiempo como especie. El intercambio de saliva estimula el sistema inmunitario, si bien al mismo tiempo también es el origen de afecciones tan comunes como los resfriados, el herpes labial o las caries. Dopamina, estimulación y felicidad según han concluido en un estudio especialistas de los Hospitales Quirón Salud de Valencia y Torrevieja (Alicante) con motivo del Día Internacional del Beso.

Al respecto, la psicóloga, Marina Sangonzalo ha detallado, además, que besar libera endorfinas y hormonas ligadas al cariño y la ternura, como la dopamina y la oxitocina.

El beso "es el gesto de cariño más utilizado entre las personas, aunque no es exclusivo de los humanos", ha resaltado la doctora, dado que en la cadena filogenética puede observarse desde chimpancés a elefantes que se besan, hasta pájaros que rozan sus picos.

Asimismo, ha asegurado que el hábito de besar "es un poderoso mecanismo de adaptación", y que al mismo tiempo que contribuye a la supervivencia de la especie, el roce de los labios con la piel o con los de otra persona "provoca una reacción en cadena", fruto de la estimulación erógena en la que intervienen cinco nervios craneales.

"Cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes", ha señalado la psicóloga. Por otro lado, la acción de besar "nos vincula con nuestros iguales, nos une a nuestra familia y nos hace sentir íntimamente más próximos a nuestra pareja", ya que han comprobado que la frecuencia de los besos en las relaciones amorosas "es una de las medidas objetivas de distanciamiento".

De esta forma, ha explicado que "los besos apasionados de la etapa del enamoramiento ceden el paso a otro tipo de beso más familiar en la mejilla o a un tipo de beso cordial más propio de un ritual social que de personas que se aman, una vez aparecen los conflictos de pareja".

"Incomparable" expresión de afecto                                                                        Por su parte, la doctora especialista en Medicina General y de Familia, Gemma Ramón ha indicado que aunque los besos son una "incomparable" expresión de afecto entre dos personas, tras el intercambio de saliva "puede haber bacterias y virus que provocan una decena de enfermedades e infecciones".

Entre ellas, ha apuntado que algunas son muy comunes como los resfriados, el herpes labial, verrugas o caries, cuyas consecuencias "son menores para el organismo", mientras que otras como la mononucleosis -conocida como la 'enfermedad del beso'-, la hepatitis B o la meningitis, "requieren de tratamientos más complejos y afectan a la salud de un modo más determinante".

A pesar de todo, la doctora ha abogado por la necesidad de "no evitar los besos", porque "la saliva también contiene sustancias que combaten bacterias, virus y hongos", y sus intercambios "estimulan el sistema inmunitario y lo fortalecen para crear anticuerpos".

En todo caso, ha subrayado que "siempre es necesaria una buena higiene bucal, que es clave para prevenir que las infecciones de la saliva aniden en nuestro cuerpo", ha señalado la doctora.

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