Brasil: cae otro ministro por criticar operación anticorrupción en Petrobras

El ministro de Transparencia de Brasil, Fabiano Silveira, renunció este lunes tras criticar la investigación del fraude en Petrobras, en la segunda dimisión dentro del gobierno interino de Michel Temer en una semana, confirmaron a la AFP fuentes oficiales.

Silveira renunció tras divulgarse grabaciones en las que criticaba la operación anticorrupción que hace meses sacude a la élite política y empresarial del gigante sudamericano.

Hace una semana, el ministro de Planificación, Romero Jucá, dimitió cuando el nuevo gobierno sumaba apenas once días, después de que se filtrara otra conversación en la que sugería que la destitución de Dilma Rousseff permitiría detener las investigaciones.

Temer, que fue vicepresidente de Rousseff por cinco años, asumió el poder el 12 de mayo tras la suspensión de la mandataria para ser juzgada en el Senado por manipulación de las cuentas públicas. En principio Temer gobernará seis meses mientras se realiza el juicio y terminaría el mandato hasta 2018 si Rousseff es finalmente destituida.

En los audios divulgados por la TV Globo el domingo, se escuchaba a Silveira conversando sobre la investigación de la corrupción en Petrobras con el presidente del Senado, Renan Calheiros, y el expresidente de Transpetro, una subsidiaria de Petrobras, Sergio Machado. Tanto Calheiros como Machado están investigados en la causa.

La grabación fue hecha por Machado en marzo, según la TV Globo, que la difundió.

Silveira era entonces integrante del Consejo Nacional de Justicia y en la conversación afirma que la Fiscalía estaba "perdida" en el caso Petrobras y orientaba a Machado sobre cómo encarar su proceso.

Machado colabora ahora con la Justicia y era igualmente el interlocutor de Romero Jucá en la conversación que derivó en su renuncia de la cartera estratégica de Planificación la semana pasada.

En su carta de dimisión, Silveira dijo que nunca imaginó "ser objeto de especulaciones tan insólitas".

"Fueron comentarios genéricos y simple opinión, amplificados por el clima de exasperación política que todos testimoniamos. No sabía de la presencia de Sergio Machado. No fui llamado para una reunión", se lee en un trecho de la carta reproducida por la prensa brasileña.

"El contexto era de informalidad basado en las declaraciones de quien se decía a todo instante inocente", añade Silveira.

Este lunes, funcionarios del ministerio de Transparencia, creado por Temer para luchar contra la corrupción, protestaron en Brasilia para reclamar la salida de Silveira. A la petición se unió, además, la ONG Transparencia Internacional.

El mayor caso de corrupción en la historia de Brasil, apodado "Petrolao", se ha convertido en un gigantesco factor de inestabilidad política, con sucesivos desdoblamientos que involucran a decenas de políticos en ejercicio y han llevado tras las rejas a prominentes figuras del partido de izquierda de Rousseff y a encumbrados empresarios del país.

Machado, uno de los tantos delatores de esta trama, firmó un acuerdo de colaboración con las autoridades y con su testimonio podría comprometer a otros miembros del partido centrista PMDB.

Tras la renuncia del ministro Jucá la semana pasada, Temer, líder del PMDB, dijo que las investigaciones no sólo continuarán, sino que pretende "incentivarlas".

La aparición en escena de Machado también ha salpicado a Renan Calheiros, el presidente del Senado donde en pocos meses se decidirá si Rousseff es finalmente destituida. En otra conversación filtrada el miércoles, Calheiros defendía cambios en la legislación de las "delaciones premiadas". Ese mecanismo permite que los delincuentes confesos ofrezcan detalles de la trama en la que participaron a cambio de una reducción de sus condenas.

Este recurso ha sido clave para destapar el fraude que se estima que saqueó 2.000 millones de dólares en una década a la petrolera estatal, y que aceleró el desmoronamiento del gobierno de Rousseff.

La llegada al poder de Temer, sin embargo, tampoco ha sido más plácida y ha enfrentado desde el principio fuertes turbulencias, comenzando por la polémica desatada al nombrar a su gabinete de ministros, formado únicamente por hombres blancos y conservadores, entre ellos tres investigados por el "Petrolao".

Temer ya retrocedió, además, en su decisión de eliminar el ministerio de Cultura, recreado la semana pasada tras una continuada protesta, a la que se unieron destacados artistas brasileños y llegó hasta el festival de Cannes.

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