CIUDADANOS ASUME QUE LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN TIENE QUE SUMAR A PODEMOS

La dirección de Ciudadanos, con Albert Rivera a la cabeza, asume que la reforma de la Constitución tiene que sumar a Podemos para preservar un consenso equiparable al de 1978 y evitar que pueda ser cuestionada en un referendum solicitado por quienes no la compartan.
En sus declaraciones en abierto sobre la Constitución y la posible reforma, Rivera pone énfasis en distinguir entre quienes quieren actualizarla para mejorarla y quienes desean "dinamitar" su contenido, y en esa segunda categoría incluye tanto a los independentistas como a los "populistas" que cuestionan el régimen de 1978.
No obstante, en conversaciones más informales con periodistas durante la conmemoración del Día de la Constitución en el Congreso de los Diputados, tanto Rivera como otros dirigentes de Ciudadanos reconocen que esa reforma tiene que sumar necesariamente a la formación liderada por Pablo Iglesias.
Desde el Gobierno se muestran categóricos al rechazar un debate que se abra sin tener clara la finalidad y que pueda no contar con un consenso similar al de 1978.
En su discurso institucional, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, dijo expresamente que ese consenso no podría ser en ningún caso menor y que la Constitución "de todos" no puede ser sustituida por una que solo hubiera sido pensada solo "por o para algunos".
En el Gobierno y en Ciudadanos trasluce el temor a que una reforma no consensuada con Podemos pueda acabar en un referendum solicitado por esa formación cuestionando su contenido.
El artículo 167.3 de la Constitución establece que la reforma de la Constitución, una vez aprobada por las Cortes, será sometida a referendum para su ratificación en caso de que lo soliciten, en los quince días posteriores, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras, es decir, 35 diputados o 27 senadores.
En consecuencia, los 67 diputados de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, sin contar a los 4 de Compromís con los que suman 71, podrían forzar una consulta sobre la reforma de la Constitución incluso en el caso de que no fuera requerida por tocar preceptos automáticamente sometidos a esa convocatoria.
Para abordar esa reforma, Ciudadanos aboga expresamente por una mesa de partidos en la que se pongan en común los asuntos a "actualizar" acotando el alcance de las modificaciones y evitando las que no sean susceptibles de aunar consenso.
Incluso, para facilitar ese trabajo sosegado y sin interferencias, Ciudadanos pretende defender la reforma de la legislación electoral en todo aquello que no precisa modificar la Constitución y dejando para más adelante, por ejemplo, su deseado cambio de circunscripción electoral, definida como provincial por la Carta Magna.
El riesgo a evitar es, en todo caso, llegar a un escenario en el que una parte importante de los diputados cuestionara el resultado y obligara a celebrar un referendum en el que no todos los principales partidos pidieran el respaldo de los ciudadanos. Temen que la consecuencia podría ser un respaldo parlamentario y social inferior al de la 1978, cuestionando con ello todo el modelo.
En sus declaraciones a los medios de comunicación al llegar al Congreso este martes, Rivera pidió "valentía" para abordar ese debate poniendo sobre la mesa los puntos en común y subrayando su convicción de que existe margen "amplio" para el consenso.
Lo sucedido en Italia, había dicho Rivera el día anterior, obliga a extraer una "moraleja": la reforma constitucional tiene que estar consensuada, pero eso no puede ser la excusa para mantener actitudes inmovilistas.

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