CRISIS PSOE. EL COMITÉ FEDERAL LLEVA DOS HORAS DE RETRASO Y SE TOMA UN RECESO DE 40 MINUTOS

El Comité Federal del PSOE, que debía comenzar a las 9.00 horas, acumula ya dos horas de retraso y acaba de tomarse un receso de 40 minutos para que la mesa se constituya formalmente.
Según informaron fuentes socialistas, los problemas con el censo de miembros del Comité Federal, 295 en total en condiciones normales, han provocado la mayor parte del retraso, que se añadía al provocado por la aglomeración de periodistas a la puerta de la sede de Ferraz buscando declaraciones de los asistentes.
Como era de esperar, el sector afín al secretario general, Pedro Sánchez, y el de sus adversarios, no se han puesto de acuerdo sobre si los miembros de la Ejecutiva que no presentaron su dimisión el miércoles por la tarde tienen derecho a participar o no. Todos están de acuerdo en que los dimisionarios no, pero los críticos sostienen que, con la baja de más de la mitad de la Ejecutiva elegida en 2014, toda ésta queda disuelta y ninguno de sus integrantes debería tomar parte en la reunión.
Otras fuente indicaron a Servimedia que, al parecer, tampoco se ha decidido si la mesa de esta sesión debe ser la misma que la del Comité Federal de julio (Verónica Pérez, Rodolfo Ares, Nuria Martín; los dos últimos afines a Sánchez) o si se ha de votar una nueva. Para decidirlo se ha declarado un receso de unos 40 minutos.
Quién controle la mesa es un detalle fundamental, toda vez que es la encargada de perfilar el orden del día y de ordenar el debate. Los oficialistas quieren meter en el mismo saco la cuestión orgánica y la posición del PSOE ante la formación de gobierno en España, uniendo ambos temas en la convocatoria de un Congreso Federal que elija nuevo secretario general en primarias y, si es Sánchez, avale la formación de un gobierno alternativo. Los críticos, por el contrario, prefieren separar ambas cuestiones.
Mientras tanto, la calle Ferraz sigue cerrada al tráfico, ocupada por militantes partidarios del secretario general, que entonan cánticos como “No es no”, “Ésta no es la sede del PP”, “Queremos votar” y “Manos arriba, esto es un atraco”. Algunos militantes personalizaban sus filias en algún dirigente afín a Sánchez como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. “Iceta, I love you. Me da igual que sea feo o calvo. Lo importante es que sea socialista”, gritaba una señora mirando a la sede del PSOE.

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