Clinton y Sanders debaten tras dividir votos en primarias de EEUU

Los aspirantes presidenciales del Partido Demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders, se miden este domingo en un nuevo debate, un día después de dividir votos en tres estados durante las primarias camino a la nominación para la Casa Blanca.

El millonario Donald Trump mantiene, mientras tanto, su liderazgo en la carrera del Partido Republicano, pero el senador ultraconservador Ted Cruz emergió como su principal rival tras las votaciones internas del fin de semana con resultados mixtos.

Clinton, de 68 años, llega al séptimo duelo verbal entre los aspirantes demócratas, y el tercero a solas con Sanders, tras un abrumador triunfo el sábado en la primaria de Luisiana (sur) que elevó a 1.121 su cuenta de delegados, casi la mitad de los 2.383 necesarios para lograr la nominación en la convención demócrata de julio.

Pero las victorias del senador de 74 años en los caucus (asambleas electorales) de Kansas y Nebraska demostraron que su campaña está viva a pesar de sus bajas probabilidades, a la larga, de vencer a Clinton.

Sanders, que se ha impuesto en siete estados, podría seguir sumando delegados el domingo, cuando los demócratas voten en el caucus de Maine, un estado al igual que Kansas y Nebraska de mayoría blanca, sector predilecto para el senador.

Clinton y Sanders entrarán a escena en el Whiting Auditorium de Flint, en Michigan (norte), una selección nada casual tras el escándalo político desatado por la contaminación del agua potable de esta pequeña ciudad -ya expuesta a inequidades económicas y raciales- luego que las autoridades locales ignoraran y ocultaran la situación.

Se espera que la propia ciudad de Flint sea parte de la discusión y una oportunidad para los aspirantes demócratas de restregar la grave crisis ambiental contra el Partido Republicano, al que pertenece el gobernador de Michigan, Rick Snyder.

Transmitido por la cadena CNN y CNN En Español, el debate empezará a las 19H00 locales (01H00 GMT del lunes).

Pero los ojos están puestos en la carrera republicana, luego que la élite del partido declarara una guerra abierta contra Trump, el magnate inmobiliario de 69 años que ha atraído a votantes encolerizados con un discurso en contra de los inmigrantes y el libre mercado, y una verborrea llena de insultos, ataques contra minorías y burla a la clases política.

Una candidatura del millonario, temen los líderes republicanos, entregaría las elecciones de noviembre en bandeja de plata a los demócratas, o peor, sacudiría para siempre los fundamentos del centenario partido de Abraham Lincoln.

En las primarias del sábado, solo Cruz, el senador de Texas, se anotó victorias frente a Trump, en Maine y Kansas. Trump ganó en Luisiana y Kentucky, pero Cruz obtuvo más delegados en total.

El senador Marco Rubio salió con las manos vacías, sin poder capitalizar en el ataque de la dirigencia partidista contra Trump, que pidió al legislador de origen cubano que abandone la carrera.

Cruz también pidió a Rubio y al gobernador de Ohio, John Kasich, que se retiraran, alegando que el voto anti-Trump seguirá dividido mientras sigan en campaña.

"Si estamos divididos, gana Donald", advirtió la noche del sábado.

Bajo esa presión, Rubio recibió una bocanada de aire al ganar cómodamente el caucus del domingo de Puerto Rico, donde había hecho campaña desde septiembre.

Antes del domingo, Trump tenía 382 delegados, frente a 300 de Cruz y 128 de Rubio. Kasich, que no tiene victorias, acumula 35.

El candidato republicano debe ganar 1.237 delegados. El caso contrario resultaría en una convención "negociada", que requeriría varias rondas de votación entre los delegados, algo no visto en décadas y que podría dejar por fuera a Trump, el favorito de la mayoría de los electores en 12 de los 20 estados que ya realizaron elecciones internas.

En un discurso el sábado en la cercana Detroit, Clinton pareció dejar de lado su contienda interna con Sanders para asumir el papel de eventual candidata demócrata y heredera legítima del gobierno de Barack Obama.

"No podemos permitir que tomen la Casa Blanca y mantengan (la mayoría) en el Congreso. Van a destrozar todo el progreso que hemos logrado con el presidente Obama", dijo respecto a los republicanos.

Pero impulsado por sus triunfos en Kansas y Nebraska, Sanders rechazó esas especulaciones y afirmó este domingo tener un "camino hacia la victoria" para ganar la nominación.

"Estamos ganando en todo el país, geográficamente estamos bien. Tenemos un camino hacia la victoria", dijo al canal ABC el senador.

En la mira para republicanos y demócratas estarán luego las primarias de Michigan el martes y luego las grandes batallas a todo ganar del 15 de marzo: cinco estados decisivos irán a las urnas, entre ellos el feudo de Rubio, Florida.

Los estadounidenses votarán el 8 de noviembre por el sustituto de Barack Obama en la Casa Blanca.

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