La investigación policial comenzó tras la denuncia de la víctima, que manifestó la sustracción de joyas del interior de su domicilio. Las pesquisas policiales llevaron a la identificación y detención de una mujer de 37 años de edad que trabajaba para la persona que sufrió el hurto, según ha informado la Policía Nacional en una nota.
Tras el consiguiente registro domiciliario de la detenida se intervino abundante documentación relacionada con la investigación y varias piezas de oro no registradas valoradas en cerca de 2.000 euros, las cuales están siendo analizadas e investigadas por los agentes.
Además, fruto de la investigación, se localizó un establecimiento de compra-venta de oro cuyo regente, con antecedentes policiales por receptación, al parecer, sacaba las joyas de la Comunidad foral. Los detenidos han pasado a disposición judicial. La investigación policial continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
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