El individuo, identificado como Abdul Wahid y responsable del mausoleo de Darbar Alí Muhamad Gujjar, envenenó primero a los asistentes a la ceremonia antes de golpearles con palos y apuñalarles con dagas con la ayuda de sus acólitos. Cinco de los fallecidos pertenecían a una misma familia.
Tras los primeros interrogatorios, la Policía sospecha que Wahid padece un "gravísimo trastorno mental", según ha informado el comisario adjunto de la localidad, Liaquat Ali Chatta. Otros siete sospechosos se encuentran detenidos, según la cadena paquistaní Samaa, citando fuentes policiales.
Cuatro personas -- dos hombres y dos mujeres -- consiguieron escapar del mausoleo y dieron la voz de alarma a las autoridades antes de sucumbir a los efectos del veneno. Se encuentran ahora en estado crítico.
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