Dolores Agenjo, la única persona que dijo no al 9N : "Se ha perdido el miedo"

Dolores Agenjo, la única persona que dijo no al 9N : "Se ha perdido el miedo"
Dolores Agenjo, la única persona que dijo no al 9N : "Se ha perdido el miedo"
L.Díaz

La llamaron bruja, facha, la dijeron en su cara que personas como ella no deberían vivir, que ojalá le saliera un cáncer. Su nombre es Dolores Agenjo, y fue la única que el 9N, defendió la legalidad y le dijo no a Mas. No tendrás las llaves del colegio. No sin antes, firmar que eres el responsable. Ahora, cuenta la verdad en el juicio en el que Artur Mas dice que no sabía que saltarse la Constitución era ilegal. Ver para creer. 

El proceso independentista se caracteriza por etapas de letargo y otras de excesivo brío. Y desde que comenzaron las declaraciones por la consulta del 9-N ha vuelto la habitual confrontación entre Gobierno central y Generalitat catalana. Un enfrentamiento en el que el final feliz parece cada vez más lejano.

Dolores Agenjo era directora del Instituto Pedraforca de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y fue la única que dijo no, denegando las llaves de su centro a los organizadores para que colocasen urnas en su interior. Motivo por el que sufrió insultos y amenazas de muerte. Ahora es testigo clave para saber hasta que dónde se involucró la Generalitat en la consulta.

Con la idea de explicar su punto de vista publicó '¡Sos! Secuestrados por el nacionalismo' (La Esfera de los Libros). Libro donde narra su negativa a ceder el centro escolar que dirigía y en el que denuncia las situaciones que viven los miles catalanes que no quieren decir adiós a España.

¿Qué le llevó a publicar tu libro?

Las ganas de expresar cómo he vivido yo este proceso hasta llegar a la situación actual. Desde que nací en Cataluña hasta el momento actual. Para explicar cómo he vivido este proceso que ha cristalizado en la situación actual.

No es un libro autobiográfico, narro mi perspectiva, como yo he ido viendo este proceso que nos ha llevado al enfrentamiento actual. Cómo era el sentimiento nacionalista cuando yo era niña, cómo yo lo percibía, cómo eran las relaciones entre los catalanes con 'ocho apellidos' y los de otras partes de España. 

Luego, en la transición tras la muerte de Franco, la afloración del nacionalismo y la postura de los partidos de ámbito nacional ante este fenómeno y su mirada hacia otro lado. Esta situación tiene una historia, un proceso muy largo.

¿Se puede hablar abiertamente en Cataluña desde una postura no independentista?

Se está empezando a poder hablar. Hemos perdido el miedo. Durante muchísimo tiempo se ha tenido miedo a hablar, a expresar tu opinión. Quien hablaba era inmediatamente tachado de facha injustamente. Era la etiqueta que tenían preparada para estigmatizar a cualquiera que se saliera del discurso nacionalista. Personas que habían mostrado su rechazo al nacionalismo eran reducidas a la marginalidad y consideradas enemigas de Cataluña.

La gente se te echaba encima. Públicamente nadie hablaba de estas cosas. En tu casa, en tu ámbito familiar, fuera de la gente de tu confianza nadie hablaba de su oposición al nacionalismo. Podía ser considerado como un enemigo.

Con la radicalización del nacionalismo, la propuesta de ir hacia la independencia, ya cada vez más gente piensa "no hay más remedio que hablar". Te lo estás jugando todo, no vale decir no hablemos por no crear polémica. O te manifiestas o estas perdido. La gente va perdiendo el miedo. Escucho cosas que antes era imposible oír.

Usted se negó a entregar las llaves del centro que dirigía el 9-N, ¿cómo fue?

Yo lo viví como una presión fuerte. Que te diga que tienes que dar las llaves del centro la persona que es tu superior jerárquico.... Esto supone una presión y más si te lo dicen insistentemente. Y más si te dicen que eres la única que queda por entregar las llaves.

Dos años después, Artur Mas es aclamado por miles de personas a su llegada al juzgado y usted es acompañada en silencio por unas pocas. ¿Qué siente?

Yo soy una ciudadana anónima, no necesito que vengan conmigo masas y multitudes. Yo cumplí con mi obligación y contribuí diciendo la verdad para que se haga justicia. Estas masas que rodeaban a Artur Mas merecen mis respetos, cada uno es libre de pensar lo que quiera.

Pero deberían reflexionar un poco, aunque sean bastantes, ellos no son Cataluña. Hay otras personas que se quedan en su casa, pero que van a votar y que no votan por la independencia. Eso se demostró el 27S. Como vieron que no tenían los votos suficientes están de nuevo con el referéndum. Saben que no ganaron, que no tenían mayoría. 

Una de las cosas que gritaban era "Fuera, fuera, fuera la bandera española". Esta falta de respeto a una bandera que representa a todo un país es muy preocupante, habría que tener un poco de empatía. Pensar que si alguien dijera esto de la senyera a ellos les dolería mucho. Ellos se permiten el lujo de ofender sin más. Están fanatizadas y la fanatización es muy peligrosa. Crea un mundo en blanco y negro, todos son amigos o enemigos. Situaciones que otras personas sí vivieron hace tiempo.

¿Guarda la situación alguna similitud con el fascismo?

Las masas fanatizadas apoyando a una persona como un líder, sin cuestionar ninguna de sus actuaciones, y enfrentadas a otro tipo de personas tiene connotaciones fascistas. Yo no digo que esas personas que estaban allí lo fuesen. Pero a veces uno hace cosas que tienen que ver con corrientes de pensamiento que no son muy positivas. Uno puede actuar como un fascista sin ser consciente. La verdad es que la manifestación trae este recuerdo.

¿Los que no son independentistas notan una presión en el día a día?

Aquí en Barcelona no y menos en un pueblo como el que yo vivo, en Casteldefels. Si viviera en un pueblo del interior de Cataluña te diría ora cosa. 

Lo que me hace sentirme indefensa es la actitud de mis gobernantes. Te amenazan diciendo que van a hacer cumplir lo que ellos estimen oportuno, aunque sea ilegal. Te hace sentir en una situación de déficit democrático.

Artur Mas dijo que no era consciente de las consecuencias del 9N, pero aseguró ese mismo día que él es el responsable.

Esta es la estrategia de la defensa. Claro que era el responsable, lo ha dicho y es así. Todo el mundo lo sabe. Lo que pasa es que él dice que no era responsable penal porque considera que lo que ha hecho no es un delito. Pero no se trata de lo que él considere, sino de lo que consideren las leyes, que son leyes democráticas, que hemos elegido entre todos. 

¿Cómo cree que se desarrollará el proceso en la próximas fechas?

La verdad es que no lo sé. Lo que pienso es que la situación se enrarece y empeora cada vez más. El Estado debe ponerse las pilas y tiene que actuar democráticamente con la Constitución en la mano para cortar esto. Si se va dejando, esto no para. El Estado estará llevando al Tribunal Constitucional las medidas del Parlamento catalán y aquí se habrán tomado ya mil decisiones. Habrá independencia de facto. Pueden estar estas leyes impugnadas que los tribunales van muy lentos y aquí las cosas van muy deprisa. De facto se puede crear una situación de secesión. 

En mi modesta opinión, lo que ha de hacer el Estado es proteger a todos los catalanes. Los catalanes no solo son los independentistas, los que no somos independentistas somos mayoría. No se puede gobernar pensando en no molestar a este sector. Hay que pensar en todos los catalanes. No se puede dejar a los catalanes desprotegidos en manos de un Gobierno que actúa fuera de la ley. El estado ha de actuar democráticamente, para eso esta la Constitución.

¿Debería el Gobierno aplicar el artículo 155 de la Constitución?

Yo solo sé que como ciudadana de Cataluña pido al Gobierno acabe con esta situación de indefensión y desprotección porque ya es insoportable. Debe hacerlo de una manera democrática y constitucional. El Gobierno y el Parlamento son los que tienen que ponerse de acurdo para acabar con esta situación de indefensión.

Un ejemplo, cuando el 9-N nos pidieron a a los directores que entregásemos las llaves, nosotros sabíamos que era ilegal. Estábamos en una situación de indefensión. El Gobierno de la Generalitat nos estaba dando órdenes ilegales. Esto es lo que quiero decir cuando digo que estamos en una situación de indefensión.

¿Algún director se sintió tentado a no dar las llaves de su centro?

Sí, claro. Hasta el último momento había dos directores más que no querían entregar las llaves. Al final las entregaron. Por eso me dijeron "eres la ultima que queda".

La llamaron en repetidas ocasiones para que las diese, ¿hubo amenazas?

No me amenazaban. Me pedían las llaves insistentemente. Yo pedía la orden por escrito y se resistían a dármela. Nunca he hablado de amenazas. No les hace falta amenazar.

Siempre se ha dicho que había intereses por parte de los partidos para impulsar el independentismo.

El independentismo siempre ha existido. Desde que soy niña tengo conciencia de que siempre ha habido personas que no han querido a España y que aspiraban a que Cataluña fuera independiente. Esta conciencia se fue acrecentando con el paso de los años. ¿Qué ha ocurrido ahora? Desde mi punto de vista, unas personas han aprovechado este sentimiento, que yo creo que era minoritario, no residual, y lo han manipulado para sus intereses personales. Intereses que podrían ser ajenos a los intereses de la gente.

¿Qué importancia tiene lengua catalana para vehicular estos mensajes independentistas?

La lengua catalana es la clave del nacionalismo. El alma de la nación. Por eso es tan importante para los nacionalistas que el catalán se vuelva la lengua exclusiva de Cataluña. Es la manera de afianzar la nación. Se encuentran con que hay una lengua que es la lengua española, es mayoritaria entre la población. 

Su trabajo es intentar una sustitución lingüística. Que la generaciones de catalanes vayan abonando el español como lengua habitual. No conciben que una nación pueda tener dos lenguas. Identifican nación con lengua. Hay una nación, Cataluña y una única lengua, el catalán.

Ya en su proyecto de constitución catalana hablan de esto. El castellano será tolerado, pero la única lengua oficial de una república catalana seria el catalán.

Apunta en su libro la intención de sustituir el término 'castellano' por 'español'.

Es una forma de empequeñecer la lengua común. Si el español, lengua de todos los españoles, recibe el nombre de castellano pasa a ser es el nombre de una región de España. Las lenguas regionales se ponen todas al mismo nivel que la lengua común. Destruyen el concepto de lengua común. Como identifican nación y lengua, se creen que si socavan la lengua común creen que socavan la idea de nación española. 

Usted formó parte de las listas de Ciudadanos, ¿algún partido ofrece una solución viable?

En aquellos momentos me sentía identificada las propuestas de Ciudadanos. Para mí representaba la resistencia al nacionalismo y la defensa los derechos de igualdad de todos los catalanes. También la veía en UPyD, pero no tenia posibilidades electorales en Cataluña. Echaba de menos esa defensa en los partidos nacionales tradicionales somo el PP y el PSOE. Han ido cerrando los ojos ante el auge del nacionalismo. Es el caso de la inmersión lingüística. El PSC lo ha defendido con apasionamiento y el PP lo ha consentido. La postura de los partidos tradicionales tiene mucha responsabilidad en lo que ocurre.

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