Con el rostro triste y grandes ojeras, el estudiante mexicano de metalurgia Jobany Torres Becerra admitió este lunes ante un juez nicaragüense que simuló su desaparición cuando realizaba una pasantía en una empresa minera, y pidió perdón por sus actos.
"Pido perdón al estado de Nicaragua por no saber las medidas que se tomarían en cuenta debido a mi huida de este país y por movilizar a toda la policía nacional", dijo el joven de 23 años durante una audiencia en Managua.
Torres hizo la confesión luego que el juez penal de Managua Walter Vargas resolviera enjuiciarlo el 27 de junio por "simulación de delito".
"Hay suficientes elementos para procesarlo" por causar "una situación delicada y poner en duda la seguridad" del país, dijo el juez, quien ordenó mantener al joven en prisión preventiva.
En México, la cancillería informó que citó a la embajadora de Nicaragua, Tamara Hawkings, para "transmitirle su preocupación por la falta de acceso consular" durante 13 días a Torres, quien finalmente este lunes se entrevistó con una funcionaria del consulado mexicano, quien lo encontró "tranquilo y en condiciones de salud estable".
Un equipo de funcionarios mexicanos viajó a Managua "para acordar los pasos a seguir para que pueda ser repatriado lo más pronto posible", añadió un comunicado de la cancillería.
La fiscal auxiliar de Managua, Guisell Borges, quien presentó la acusación, explicó a la AFP que el delito de simulación de delito se castiga con el pago de una multa que deberá ser determinada por el juez en caso que el mexicano sea declarado culpable.
Torres, de estatura pequeña, entró al auditorio del juzgado cabizbajo y los ojos rojos, vestido con una camiseta azul y pantalón negro, custodiado por policías.
Fue la primera vez que el mexicano es visto en público desde que fue detenido el pasado 1 de junio por migración en el aeropuerto internacional de Managua cuando intentaba abordar un vuelo a México.
Torres es estudiante de la Universidad Autónoma de Zacatecas, centro de México, que llegó a Nicaragua el pasado 10 de marzo para realizar prácticas en la empresa minera Hemco, de capital colombiano, en la ciudad nororiental de Bonanza.
Según la acusación, el pasado 30 de mayo Torres abandonó la empresa sin avisar a sus superiores ni a sus compañeros de trabajo y viajó a Managua donde comunicó a su familia, con mensajes de texto, que se sentía perseguido.
Simuló que "estaba en riesgo en nuestro territorio nacional y en riesgo de ser víctima de la delincuencia", creando "un estado de incertidumbre", dijo la fiscal.
La fiscal ofreció como medio de prueba la denuncia que la empresa minera Hemco presento el 31 de mayo ante la policía por la supuesta desaparición del joven y las investigaciones realizadas por cinco policías sobre la supuesta farsa.
Dijo que Torres estuvo retenido primero por migración y luego pasó a la orden de la Fiscalía.
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