INVESTIDURA. RIVERA INSISTE EN QUE PP Y PSOE ESTÁN "MÁS UNIDOS DE LO QUE PIENSAN"

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, insistió este miércoles durante el debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en que el PP y el PSOE están "más unidos de lo que piensan" y existe un espacio común de entendimiento que su partido seguirá defendiendo.
A pesar de que tanto Rajoy como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no dejaron hueco posible para ese acercamiento en sus intervenciones, Rivera insistió en defender el diálogo entre los partidos constitucionalistas a partir de las cien medidas que están en los acuerdos de su partido con las otras dos formaciones.
En su intervención, Rivera reiteró que los electores "no se quivocaron" ni en diciembre ni en junio y Ciudadanos "entendió" que reclamaban cambios, pero con diálogo al dar a los partidos tradicionales más respaldo que a los nuevos pero menos que en 2011 y al impedir cambios que no cuenten con esa "vieja política".
Con ese escenario, Ciudadanos ha trabajado para hacer realidad ese mandato de las urnas "sudando" y no haciendo "de comentaristas" y reconociendo que en los gobiernos anteriores se han hecho cosas bien pero también otras "mal" y, sobre todo, que ha faltado "sensibilidad".
Alertó de que "se equivocan" quienes solo piensan en una repetición de las elecciones o en intereses de partido o personales, y de que el conformismo y la ignoracia de lo que queda por hacer no es la solución para el desempleo, el endeudamiento, el fracaso escolar, la pobreza infantil o la politización de la justicia.
"ORGULLOSO" DE LOS ACUERDOS
Aunque no es el "plan A" que Ciudadanos desearía, Rivera aseguró que impedir un Gobierno en minoría de quien ganó las elecciones bloquea las oportunidades de acometer reformas en todos esos ámbitos, y sobre esa base se declaró "orgulloso" de sentarse a hablar "con quienes no se hablan" y de llegar a acuerdos con quienes piensan diferente.
"No me veo capaz de mirar a los ojos" a los ciudadanos y decirles que tienen que volver a votar "por mi sillón o por no sé qué carguito", precisamente porque patriotismo, dijo a Iglesias, no es "llevan banderas" en la pulsera sino "pensar en los compatriotas".
Rivera defendió que ese patriotismo también es dialogar con quienes hay diferencias pero también una base sustancial de posible acercamiento. Cuando era niño, explicó, le gustaban más los pasatiempos de "unir puntos" hasta llegar a un dibujo que los de buscar diferencias.
Alertó de que quien aspira a ser presidente, y él aspira a serlo en algún momento, no puede ser un "obstáculo" para su país sino "catalizador" para que se ponga en marcha a partir de un proyecto "de reagrupación" de los españoles sobre una base común.
Rivera dedicó gran parte de su intervención a desgranar las reformas "sin precedentes" contenidas en el acuerdo con el PP, dirigiéndose sobre todo a los bancos de Unidos Podemos para dejar claro que esas medidas se consiguen dialogando y acordando y no haciendo de "comentaristas".
Precisamente porque su partido "no se fía" del PP en materia de corrupción, afirmó, puso condiciones previas para negociar con Rajoy, que ha tenido que acceder al compromiso de investigar en el Parlamento su financiación.
Respetando la autonomía del PSOE pidió a ese partido que reflexione sobre "la potencia" que tendrían sus escaños para impulsar reformas y controlar a un Gobierno en minoría si se inicia la legislatura.
Recordó que en su propio debate de investidura Sánchez pidió a Rajoy que no fuera "un tapón" para la democracia, y le pidió que no haya "ni un tapón ni dos" y que ambos permitan "que corra el agua".
Al final de su intervención preguntó a Iglesias si cree que la forma de hacer cambios es "insultar" a Felipe González, quien ha presidido España durante trece años, o a Adolfo Suárez, "artífice" de la transición. Al tiempo que pidió a Iglesias "respetarnos" para poder dialogar, le reprochó que sea más partidario de "hombres de Estado como Otegi" que como Suárez.

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