Jefe militar de la exrebelión de Malí abatido por una mina (fuentes concordantes)

El jefe militar de la exrebelión predominantemente tuareg del norte de Malí, Sheij Ag Ausa, murió el sábado por la explosión de una mina en Kidal, en el noreste del país, informaron fuentes concordantes.

Sheij Ag Ausa acababa de salir de la oficina de la misión de la ONU en el país (Minusma), donde había asistido a una reunión, cuando, en su camino de regreso, "su vehículo saltó sobre una mina y él murió en el acto", declaró a la AFP una fuente militar de la Minusma.

La Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA, exrebelión), que controla Kidal, confirmó la información y recalmó "una investigación independiente".

"Solicitamos una investigación independiente porque, entre las hipótesis, está la de un atentado con coche bomba", declaró a la AFP Mohamed Ag Usene, miembro de la CMA.

Según un concejal de la ciudad, "Sheij Ag Ausa fue abatido en Kidal por una m ina".

Tuareg de la tribu de los Ifoghas, Sheij Ag Ausa, número dos del Alto Consejo para la Unidad del Azawad (HCUA), estaba considerado como "un halcón" de la rebelión.

Cuando se originó la rebelión de 2012, se unió al grupo yihadista Ansar Dine, dirigido por el tuareg maliense Iyad Ag Ghaly, de quien era mano derecha.

Pero en 2013, justo después de la intervención francesa de enero de ese año, los caminos de ambos se separaron y Sheij Ag Ausa se incorporó al Movimiento Islámico del Azawad, que en mayo de 2014 se convirtió en el HCUA.

La extensa región del norte de Malí cayó en marzo/abril de 2012 en manos de grupos yihadistas vinculados a Al Qaida tras la derrota del ejército ante la rebelión dominada por los tuaregs, primero aliada de estos grupos y luego excluida.

Los yihadistas fueron dispersados y en gran parte expulsados por una intervención internacional lanzada en enero de 2013 a iniciativa de Francia, y que continúa hasta el día de hoy.

Pero muchas zonas escapan todavía al control de las fuerzas malienses y extranjeras pese a la firma en mayo-junio de 2015 de un acuerdo de paz entre el gobierno, los grupos pro-Bamako y la exrebelión que debía aislar definitivamente a los yihadistas.