Líder sindical argentino Moyano deja CGT pero busca poder en la AFA

El líder de una de las mayores centrales obreras de Argentina, Hugo Moyano, anunció el viernes que dejará la Confederación General del Trabajo (CGT) en proceso de reunificación, mientras sigue en la lucha por el poder en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), como presidente del club Independiente.

El 14 de julio vence el tercer mandato de Moyano en la CGT, que se encuentra en pleno proceso de unificación tras quebrarse durante la presidencia de Cristina Kirchner (2007/2015).

"Me voy con las convicciones intactas", dijo el poderoso líder de la CGT-Azopardo, encolumnado en la oposición peronista.

La nueva autoridad unificada se elegirá el 22 de agosto, tras un proceso que comenzó a perfilarse desde que asumió el presidente de centroderecha Mauricio Macri y puso en marcha un plan de ajuste económico.

Como líder del sindicato de Camioneros, Moyano se hizo fuerte en la década de 1990 como uno de los gremialistas que resistieron el programa económico del gobierno de Carlos Menem (1989/99), calificado de "neoliberal". En 2002, eso le rindió frutos y logró la conducción de la CGT.

Como líder obrero, Moyano fue aliado de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003/2007) y de Cristina Kirchner, pero tras la muerte del expresidente en 2010 la buena relación se fue desgastando hasta que terminó mal.

En 2012, la central se partió entre la CGT-Alsina (aliada al kirchnerismo, liderada por el metalúrgico Antonio Caló) y la CGT-Azopardo (Moyano), mientras que una tercera ala (Azul y Blanca) se mantuvo siempre por fuera enfrentada a los Kirchner.

La Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la otra central laboral, minoritaria y más combativa, conformada en los 90, también se dividió durante el gobierno kirchnerista entre oficialistas y opositores.

La actividad sindical no le impidió a Moyano jugar en otras ligas y apostó al fútbol.

Ganó en 2014 la presidencia del club Independiente y está ahora en campaña para presidir la AFA, cuando una fuerte disputa intestina amenaza con fracturar la institución, mientras las elecciones del 30 de junio fueron suspendidas por el gobierno.

El Independiente de Moyano es el único de los llamados clubes "grandes" que se opone a la creación de una "Superliga" que promueven Boca, River, San Lorenzo y Racing, cuyos presidentes acaban de renunciar a la AFA.

La "Superliga" reuniría a los clubes de Primera y Segunda división y se regiría por una nueva estructura cuyo formato no está definido, mientras que el resto del ascenso quedaría enmarcado en la AFA.

La crisis se profundizó esta semana cuando el gobierno de Macri nombró veedores y normalizadores en la AFA. Fue interpretado por Moyano como "una intervención encubierta".

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