MONTORO ELEVA A 8.065 MILLONES EL IMPACTO DE LA REBAJA DEL IRPF EN 2015 Y 2016

- Supone 1.000 millones más de lo estimado . El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, afirmó este jueves que gracias a la rebaja del Impuesto de las Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) aprobada por el primer Gobierno de Mariano Rajoy se han devuelto a los contribuyentes unos 8.065 millones de euros.
Así lo indicó durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Senado, donde acudió para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento durante la Legislatura.
El titular de Hacienda destacó el impacto acumulado en dos años en el bolsillo de los ciudadanos por la rebaja del IRPF, que se ha situado 1.000 millones de euros por encima lo inicialmente estimado, que era de 7.000 millones. En concreto, el efecto de la rebaja en 2015 fue de 4.813 millones de euros, y en el caso de 2016 la cuantía fue de 3.354 millones.
Montoro defendió esta iniciativa, que si bien ha implicado que no se incrementara la recaudación, ha tenido un efecto positivo en términos de consumo, crecimiento económico y creación de empleo.
El ministro recordó que en el proyecto político del PP se encuentra bajar el IRPF en esta Legislatura, una iniciativa concertada con Ciudadanos, y también en introducir cambios en este tributo para beneficiar a las personas que, teniendo derecho a jubilarse, prolonguen su vida laboral. La idea, señaló, es eximirles del pago del IRPF, algo que “está en nuestro proyecto político y lo tenemos que hacer viable en esta Legislatura”.
SOCIEDADES
Por otra parte, indicó que a los 8.065 millones de euros en el IRPF se unen otros 3.452 millones de euros por la rebaja de los tipos en el Impuesto de Sociedades, con lo que la cifra total de impacto de la rebaja de impuestos de la reforma tributaria alcanza los 11.517 millones de euros, cuando la estimación era de 9.000 millones.
En todo caso, el ministro recordó que a finales de 2016 se aprobó una reforma del Impuesto de Sociedades, para recuperar el pago fraccionado, una decisión que defendió “no es una subida de impuestos”.
Se trata de “pedir un esfuerzo mayor de recaudación a empresas con capacidad de hacerlo y con acceso a financiación” gracias a la confianza que genera España como país, subrayó.