Los manifestantes que invadieron este sábado el Parlamento iraquí para protestar contra la incapacidad de los políticos para aprobar un nuevo gobierno, comenzaron a abandonar el edificio, constató un fotógrafo de la AFP.
Miembros de la milicia del influyente jefe religioso chiita Moqtada Sadr, pidieron a los manifestantes que abandonaran el lugar, seis horas después de que estos entraran en la fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la institución.
Manifestantes enfurecidos habían penetrado por la tarde en esta zona, sometida a fuertes medidas de seguridad porque alberga numerosas instituciones del país.
Algunos de ellos saquearon parte del edificio del parlamento mientras otros les pedían a gritos que actuaran "pacíficamente", e intentaban evitar los destrozos.
Los manifestantes se habían congregado por la mañana en el exterior de la Zona Verde. Las protestas degeneraron al enterarse éstos de que los diputados no se habían puesto de acuerdo, una vez más, para la aprobación de un nuevo gobierno de tecnócratas propuesto por el primer ministro Haider al Abadi.
La agitación comenzó minutos después de una rueda de prensa de Moqtada Sadr en la ciudad santa de Nayaf. El líder condenó el bloqueo político pero no instó a sus partidarios a entrar en la Zona Verde.
Situada en el centro de Bagdad, la Zona Verde alberga, además del Parlamento, al palacio presidencial y las oficinas del primer ministro, así como numerosas embajadas, como la de Estados Unidos.
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