Nick Clegg: May carece de visión e imaginación como primera ministra

El ex viceprimer ministro británico Nick Clegg describió a Theresa May como una tecnócrata sin la visión de una primera ministra, en una entrevista con la AFP con ocasión de la publicación de sus memorias.

"Es muy diligente, muy trabajadora, se sumerge en los detalles, es bastante tecnócrata, muy dura, y puede ser tozuda", explicó Clegg en su oficina en el Parlamento británico, a poco de la aparición de su libro "Política entre los extremos" (Politics Between the Extremes).

"Todas estas cosas son cualidades bastante buenas en un político del gobierno". Sin embargo, añadió, "nunca vi realmente mucha imaginación, ni flexibilidad, ni instinto, ni visión, que son las cosas que se necesitan de una primera ministra".

May sucedió en el gobierno al también conservador David Cameron, tras la debacle de su campaña a favor de mantener al Reino Unido en la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio.

Clegg, que ha descrito el triunfo del Brexit como una decepción personal mayor que su gran derrota electoral de 2015, se muestra muy crítico con que el gobierno de May lleve al país a renunciar al mercado único europeo para controlar la inmigración, y predice que la UE se defenderá.

"Creo que están cometiendo un error enorme. No conocí a ningún elector que votara Brexit para que los exportadores británicos salieran perdiendo", asegura.

"Cuanto más obvio resulte que este gobierno quiere adoptar una posición ante el Brexit bastante agresiva y de confrontación, el resto de Europa defenderá sus intereses", pronosticó, confesándose "perplejo" por la estrategia.

Entre 2010 y 2015, Clegg, entonces líder del partido Liberal Demócrata, fue el viceprimer ministro del gobierno de Cameron tras aceptar formar una coalición con los conservadores, mayoritarios.

En sus memorias, Clegg narra sus 5 años en el gobierno, que acabaron cuando los conservadores ganaron la mayoría absoluta y los liberales sufrieron un descalabro histórico, pasando de 57 a 8 diputados.

"Sí, lo haría" de nuevo, responde sin dudar, cuando se le pregunta si repetiría la coalición de 2010. Pero admite que cometieron errores. "El mayor error para los Liberal Demócratas es, como partido, haber perdido nuestra identidad dentro de la coalición".

Clegg, de 49 años, casado con la española Miriam González Durántez y padre de tres hijos, dimitió como líder liberal al día siguiente de las elecciones de mayo de 2015, y mantuvo su escaño por la circunscripción de Sheffield Hallam, en el norte de Inglaterra.

Este político políglota -habla holandés y muy buen español- no ahorra severidad con algunas de las figuras propulsadas al primer plano por el Brexit, como el ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, del que augura que no llegará a primer ministro.

"El problema de Boris Johnson, y hay otros políticos así en estos momentos (...), es que no están interesados en gobernar", afirma.

"Son polemistas, que escriben una semana 1.000 palabras y en la siguiente columna dicen diametralmente lo contrario. Quieren divertir, provocar, son muy listos, muy elocuentes, usan muy bien la palabra, les gusta soltar una buena frase, pero el arte del gobierno es muy diferente".

Clegg afirma que trató de disuadir a Cameron de la idea de convocar un referéndum sobre la UE. "Le dije que pensaba que era una tontería convocar un referéndum para arreglar una disputa interna de un partido", afirmó, aludiendo a la pugna incesante entre euroescépticos y pro-europeos.

Pero Cameron "estaba convencido de que iba a ganar", atribuyendo la confianza a su reciente mayoría absoluta y a la victoria del unionismo en el referéndum de independencia de Escocia. Este ciclo victorioso "se les subió un poco a la cabeza", estima.

De todos modos, poco podían hacer Cameron y los otros líderes europeos para complacer a los euroescépticos en vísperas del referéndum. Ni siquiera si les hubieran prometido "dinamitar todos los edificios de la UE en Bruselas, hubiera sido suficiente".

Su libro pretende responder a "una pregunta que mucha gente se hace, que es por qué la política es tan turbulenta, volátil e impredecible en estos momentos. No sólo en el Reino Unido, sino también en Europa y Estados Unidos, mira la elección presidencial. Hay un movimiento hacia los extremos populistas a izquierda y derecha".

Y narra también su experiencia personal, su auge y caída. Aquella "Cleggmanía" que le propulsó al poder, que ahora "es un recuerdo distante y fugaz", sostiene, entre risas, para concluir la entrevista.

Mostrar comentarios