Podemos reasignará portavocías en el Congreso para repartir trabajo de diputados y cumplir con Vistalegre II

  • La dirección de Unidos Podemos está ultimando una remodelación de las responsabilidades de sus diputados que tenía pendiente desde la Asamblea de Vistalegre II de febrero, que afectará a entre una decena y una quincena de diputados y que consistirá principalmente en cambios de portavocías, portavocías adjuntas, y miembros de comisiones, según han explicado a Europa Press fuentes del grupo confederal.
Podemos reasignará portavocías en el Congreso para repartir trabajo de diputados y cumplir con Vistalegre II
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EUROPA PRESS
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Tras aquella asamblea, sólo se acometió el nombramiento de la nueva dirección del grupo con Irene Montero al frente. Su antecesor, Iñigo Errejón, fue designado portavoz en la Comisión Constitucional, una de las principales de la Cámara, y entonces el partido ya aseguró que no sería el único cambio.

El partido morado prevé registrar el nuevo reparto a principios de la próxima semana, una vez lo haya consultado con sus diputados, con los que todavía mantiene abiertas conversaciones y está tratando de consensuar las modificaciones, según las fuentes consultadas.

Los motivos que aduce la formación de Pablo Iglesias para acometer el reajuste tienen que ver, por un lado, con la necesidad de cumplir con el compromiso adquirido en Vistalegre II de garantizar la equidad en el reparto de cargos y la feminización del partido, que hasta entonces había pecado de primar la presencia de hombres en puestos de visibilidad pública, tal y como han reconocido en varias ocasiones.

REPARTO DE LA CARGA DE TRABAJO

Otro de los objetivos es repartir la carga de trabajo entre sus parlamentarios, para que ésta se equipare lo más posible entre unos y otros, siempre teniendo en cuenta sus capacidades técnicas y conocimientos.

Tras un año de funcionamiento, el partido morado considera que algunas personas que en un principio asumieron muchas tareas de especial relevancia, por estar más capacitadas técnicamente para ello por aquel entonces, pueden descargar algunas de sus responsabilidades en otros diputados que ahora sí están preparados para asumir una mayor carga de trabajo.

Este sería el caso del portavoz de Economía en el Congreso, Alberto Montero, que además es presidente de la Comisión de Empleo y Seguridad Social y portavoz adjunto de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos Pacto de Toledo, y trabaja en varias ponencias. De entrada, este diputado por Málaga dejará otro puesto de vocal en la Comisión de Presupuestos para centrarse en su tarea en Economía.

Los cambios también afectarán, a falta de que se cierre el nuevo esquema definitivo, a Segundo González, portavoz de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas, que dejará la portavocía adjunta en la Comisión de Economía, Industria y Competitividad.

Por su parte, la diputada valenciana Àngela Ballester y miembro de la Ejecutiva hasta Vistalegre dejará la portavocía en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo. El partido morado prevé sustituirla por la ahora coportavoz de la Ejecutiva y diputada por Cádiz Noelia Vera, en este caso, porque la consideran más "idónea" para el trabajo que quieren desarrollar en este órgano.

ALGUNOS 'ERREJONISTAS' ENTRE LOS AFECTADOS

Aunque estos tres casos afectan a personas muy afines a Íñigo Errejón, las fuentes consultadas aseguran que los cambios no pretenden degradar a diputados que se identificaron con las tesis del exnúmero dos.

Así, explican que estos son sólo algunas de las modificaciones que se van a llevar a cabo y niegan que sean consecuencia del reequilibrio de poder interno que se produjo tras la asamblea, en la que Iglesias y su equipo se hicieron con el control mayoritario de la dirección, quedando Errejón y los suyos en minoría.

Ese reequilibrio tuvo como consecuencia, eso sí, la destitución de Errejón en la portavocía titular, en la que fue sustituido por Irene Montero, quién hasta entonces ejercía la portavocía adjunta y era la jefa de gabinete del secretario general, Pablo Iglesias.

Podemos justificó entonces la necesidad de este cambio argumentado que su voz principal en el Congreso, uno de los cargos con mayor proyección pública, debía recaer en alguien que compartiera las tesis con las que el líder se impuso en Vistalegre II y que además fuera uno de sus principales colaboradores, como es el caso de Montero.

La nueva dirección salida de la asamblea, formada en su mayoría por afines al secretario general, también argumentó como razón de peso, como en esta ocasión, la necesidad de potenciar la feminización del partido y de sus cargos y portavoces.

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