Policía brasileña quiere oír al presidente del COI "como testigo" en caso reventa de entradas

La policía brasileña indicó el jueves que quería citar "como testigo" al presidente del Comité Olímpico Internacional (CIO), Thomas Bach, en el marco de una investigación sobre una red de reventa ilegal de entradas para los recientes Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.

"Queremos oír a Thomas Bach como testigo, pues su nombre aparece citado en dos emails y queremos aclarar algunas dudas", dijo en una conferencia de prensa un oficial de la Policía Civil de Rio, Ronaldo Oliveira.

Bach no viajó a Brasil para participar el miércoles en la inauguración de los Juegos Paralímpicos, un hecho sin precedentes desde 1984 para un presidente del COI.

Atribuyó su ausencia a su decisión de acudir al entierro del expresidente alemán Walter Scheel, pero los rumores sobre las causas de su ausencia se incrementaron cuando su servicio de prensa indicó que no estaba en sus planes ir en lo inmediato al país sudamericano, donde los Juegos paralímpicos se prolongarán hasta el 18 de septiembre.

La investigación policial está centrada en un escándalo de reventa ilegal de entradas que involucra al suspendido presidente del Comité Olímpico Irlandés, Patrick Hickey, quien está retenido en Brasil por la justicia.

Según correos electrónicos interceptados por la policía, Hickey le pidió a Bach más entradas para la ceremonia de apertura de Rio-2016, alegando que había obtenido más para la de Londres-2012, precisó en la rueda de prensa Ricardo Barbosa de Souza, comisario de la división de fraudes.

"Bach no respondió, pero sabemos que Hickey obtuvo 296 entrada suplementarias para los Juegos de Rio, y por eso queremos oír al presidente del COI", reveló.

Esa correspondencia electrónica fue extraída del disco duro de la computadora de otro miembro del Comité Olímpico Irlandés, Martin Burk, decomisado por la policía en un allanamiento del hotel donde residía la delegación de ese país.

El tráfico generó "unos 10 millones de reales" (unos 3 millones de dólares), según la policía, que recuperó 781 boletos que iban a venderse a precio de oro, para las ceremonias de inauguración y de clausura de los Juegos.

Patrick Hickey, de 71 años, fue encarcelado el 17 de agosto en una prisión de alta seguridad de Rio, pero fue liberado por cuestiones de salud. La policía retuvo su pasaporte.

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