Organismos de defensa de derechos humanos reclamaron este miércoles la inmediata excarcelación de una joven que había sido condenada por homicidio tras sufrir un aborto y cuya liberación fue ordenada la víspera por la Corte Suprema de Tucumán, en el norte de Argentina.
"La Corte ordenó ayer (martes) a las 13H00 (16H00 GMT) su inmediata libertad, sin embargo Belén continúa presa", denunció en declaraciones a la prensa desde Tucumán su abogada Soledad Deza, de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir.
La letrada atribuyó la demora "a trámites burocráticos de una justicia penal a la que es muy fácil entrar pero muy difícil salir".
"Hay una justicia, una Cámara, que está ensañada con Belén", nombre ficticio para proteger su identidad, agregó.
La Corte Suprema de Justicia de la norteña provincia de Tucumán ordenó que Belén sea puesta en libertad luego de que miles de personas se movilizaran el viernes pasado en distintas plazas del país reclamando por la joven.
El alto tribunal aún debe fallar sobre el fondo de la cuestión.
El caso generó un movimiento de protesta con movilizaciones callejeras y denuncias internacionales.
Diez organismos de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional, se sumaron la noche del miércoles al reclamo por "la inmediata liberación" de Belén, en un comunicado de prensa.
"Luego de 24 horas de la medida (liberación), Belén continúa detenida. Queremos llamar la atención sobre la facilidad con que una muchacha pobre puede pasar del hospital a una cárcel y la dificultad que toma salir del sistema penal", advirtieron los organismos, que se habían presentado como amicus curae para apelar ante el alto tribunal al considerar su caso como "de violencia de género de cuño institucional".
Belén, una trabajadora de bajos recursos de 27 años, fue condenada en abril último a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo, tras esperar por más de dos años su juicio tras las rejas.
La mujer ingresó el 21 de marzo de 2014 a un hospital público de San Miguel de Tucumán (1.200 km al norte de Buenos Aires) con dolores abdominales y un aborto espontáneo en curso de unas 20 semanas, según su defensora.
Horas después de que Belén sufrió su pérdida, en el hospital encontraron un feto de 32 semanas en el inodoro de un baño y se lo adjudicaron a ella, aunque no medió una prueba de ADN, denunció Deza quien tomó la defensa después del juicio durante el cual la joven tuvo una defensora oficial.
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