BBVA CREE QUE “NO TIENE NINGÚN SENTIDO FRENAR EL PROGRESO CON IMPUESTOS A LOS ROBOTS”, PORQUE SERÍA “TIRARNOS PIEDRAS A NUESTRO PROPIO TEJADO”

- Admite que la corrupción “perjudica” y puede elevar el coste hacia la automatización. El economista jefe del Servicio de Estudios de BBVA, Rafael Doménech, aseguró este lunes que “no tiene ningún sentido frenar el progreso con impuestos a la automatización” y a los robots, porque, de esta manera, se frenaría la creación de riqueza y eso supondría “tirarnos piedras a nuestro propio tejado”.
Durante el II Encuentro sobre Economía Laboral organizado por el Consejo General de Economistas, en el que se abordó el empleo del futuro y el presente del sistema de pensiones, Doménech destacó que “es cierto que la robotización, en general, va a destruir determinados empleos”, pero no se trata de “la carrera del hombre contra la máquina, sino la carrera del hombre con la máquina”.
El economista jefe de BBVA Research aseguró que “los robots, el internet de las cosas, la inteligencia artificial, van a ir desplazando más y más trabajos, pero también se van a ir creando empleos, muchos de ellos no los podemos imaginar hoy”.
“A medida que la sociedad se va haciendo más rica se van demandando más servicios en sectores más intensivos en trabajo, por los que vamos a estar dispuestos a pagar salarios mayores”, indicó.
Para el economista jefe de BBVA Research, esto tendrá su repercusión en la caja de la Seguridad Social y la sostenibilidad del sistema de pensiones de un modo positivo.
“Terminaremos con una Seguridad Social que tendrá más ingresos y una capacidad de pagar pensiones mayores, la cuestión es cómo transitamos en el largo plazo” hacia un mundo más digitalizado y robotizado de como lo conocemos hoy, dijo.
“Lo ideal es que al final terminemos con una sociedad en la que tenemos una intensidad de máquinas, de robots, que benefician a todos, incluso a aquellos trabajadores con actividades más manuales”, pero en cualquier caso, señaló que para el sistema lo “fundamental” es “el binomio empleo-salarios”.
Para lograrlo, Doménech apuntó a tres ámbitos en el marco de las políticas públicas en los que trabajar cómo es la educación, porque “para la tecnología que tenemos, la cualificación es insuficiente” y “necesitamos aún más personas cualificadas”, incluso en servicios como la hostelería, con más conocimiento en idiomas, “diversificar habilidades a lo largo de toda la carrera laboral” y, en esta cuestión, “el papel de todos los servicios públicos de desempleo y la negociación colectiva es fundamental”.
Además, en el ámbito del mercado laboral instó a “eliminar todas las barreras a la creación de empleo”, llevar a cabo políticas activas “más eficaces”, que el sector público lidere la transformación tecnológica y digital y se busque el “equilibrio entre la presión fiscal y en su estructura, de manera que la mayor redistribución no perjudique al empleo ni a la inversión en nuevas tecnologías”.
Asimismo, consideró necesario “modernizar las regulaciones laborales”, puesto que “las que tenemos ahora son de la segunda revolución industrial; es posible que se estén quedando obsoletas”.
Otro de los ámbitos en los que trabajar, según Doménech, es en la “equidad” para dar lugar a un Estado de bienestar y unas instituciones “eficientes”.
En este sentido, precisó que “en España el Estado de bienestar tiene muchos márgenes de mejora” para que contribuya a la creación de empleo.
Finalmente, concluyó que “estamos muy lejos de hablar de que vamos a una situación de desempleo masivo” con la automatización.
Preguntado por la posibilidad de que la corrupción afecte a este proceso de desarrollo y adaptación tecnológica, el economista jefe de BBVA Research admitió que “si no tenemos instituciones sociales que funcionen bien, y la corrupción perjudica a la calidad de las instituciones, vamos a hacer que el coste de esta transición sea más elevado”.

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