Abogado ruso murió apaleado en prisión preventiva, según activista de DDHH

Moscú, 28 nov.- El abogado ruso Serguéi Magnitski murió en prisión preventiva tras ser apaleado con porras de goma, denunció hoy un miembro del Consejo de Derechos Humanos (CDH) adjunto al Kremlin.

"No creo que quisieran matarlo, pero sí creo que le pegaron para que admitiera su culpabilidad. Sea como sea, murió debido a las palizas", afirmó en rueda de prensa Valeri Borschov, activista ruso, citado por la agencia Interfax.

Borschov aseguró que los materiales en poder del CDH "confirman que las palizas y el uso de las porras de goma fueron absolutamente desproporcionadas".

"Fueron ocho (guardas). Puede que la paliza la propinaran dos o tres, pero, efectivamente, lo golpearon hasta matarlo", dijo, en alusión a la muerte en noviembre de 2009 de Magnitski, considerado uno de los casos más graves de violación de los derechos humanos en Rusia.

El activista denuncia que las autoridades han intentado encubrir desde entonces las circunstancias que rodearon su muerte en la prisión preventiva moscovita de "Matrosskaya Tishiná".

Borschov relata que los médicos de urgencias establecieron que Magnitski murió una hora antes de lo que afirma la dirección de la prisión y detectaron marcas profundas en sus muñecas, previsiblemente, causadas por las esposas durante las torturas.

"Esto hay que investigarlo. Todo esto ha sido encubierto durante dos años", subrayó el activista, que calificó de "falsas" las explicaciones de los funcionarios de que Magnitski intentó suicidarse.

Borschov hizo estas afirmaciones coincidiendo con el informe publicado por la compañía británica Hermitage Capital, para quien trabajaba Magnitski, en el que se acusa al Estado ruso de asesinar al abogado.

"Altos funcionarios de todos los órganos estatales participaron desde un principio en la creación de las condiciones torturadoras en la retención de Magnitski y tras su muerte encubrieron las informaciones sobre sus apelaciones y quejas", dijo.

El informe "Torturas y asesinato de Magnitski" denuncia que un investigador de la Policía presentó a sus superiores una solicitud para abrir una investigación por asesinato, pero que ésta fue rechazada, tras lo que las autoridades informaron de que Magnitski murió debido a un problema crónico de salud.

Por el momento, sólo dos médicos han sido acusados formalmente de causar la muerte del abogado, al privarle de asistencia sanitaria en prisión.

Según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), la ausencia de diagnóstico fue lo que causó el fallecimiento de Magnitski, quien sufría diversas cardiopatías, diabetes y hepatitis, afecciones que condujeron a su fallecimiento entre rejas.

Magnitski, consultor jurídico del fondo de inversiones Hermitage Capital Management, denunció la existencia de una red de policías corruptos que malversaron fondos estatales por valor de decenas de millones de dólares.

Tras sus revelaciones, fue acusado de estar implicado en la evasión de 5.400 millones de rublos (unos 180 millones de dólares) e ingresado en prisión preventiva, donde falleció a los 37 años.

Tanto el Parlamento Europeo como los activistas pro derechos humanos consideran que las fuerzas de seguridad rusas le detuvieron y, posteriormente, le denegaron cuidados médicos para silenciar sus denuncias de corrupción policial.