Acusan a hombre de contrabando de fauna silvestre que usaba en piezas de arte

  • Un residente de Miami Beach (EE.UU.) que utilizó partes de animales disecadas para crear piezas artísticas que vendía en internet fue acusado de contrabando de fauna, informó hoy la Fiscalía Federal del distrito sur del estado de Florida.

Miami (EE.UU.), 28 nov.- Un residente de Miami Beach (EE.UU.) que utilizó partes de animales disecadas para crear piezas artísticas que vendía en internet fue acusado de contrabando de fauna, informó hoy la Fiscalía Federal del distrito sur del estado de Florida.

Enrique Gómez de Molina, de 48 años, está acusado de transportar, poseer y vender animales en violación de la legislación estadounidense que protege tanto a plantas como animales silvestres y que prohíbe su comercialización cuando han sido capturados y trasladados de manera ilegal.

El acusado, según las autoridades estadounidenses, poseía las pieles de varias especies de pájaro martín pescador y de un ave del Paraíso, así como los restos de una especie de águila de las azores, de un loris lento y de un ciervo ratón de Java, que no fueron debidamente declarados al ser importados a EE.UU., según la fiscalía.

Las autoridades dijeron que el presunto contrabando del acusado se efectuó desde finales de 2009 hasta febrero de este año y consistió en numerosos cargamentos que incluían otras especies y que involucró contactos en Bali, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Canadá y China.

A pesar de que las autoridades interceptaron dos cargamentos en 2009, Gómez continuó solicitando animales protegidos a sus proveedores vía internet, de acuerdo con la fiscalía.

Después de recibir los pedidos, el hombre incorporaba segmentos de las pieles y restos de los cuerpos disecados a piezas de arte un estudio de taxidermia que luego ofrecía en galerías y a través de internet a precios que alcanzaban hasta los 80.000 dólares.

Varias de esas piezas fueron exhibidas en la famosa feria Art Basel Miami en 2010, "resultando en al menos una significativa venta y la posterior exportación ilegal de la pieza a Canadá".

De ser hallado culpable, Gómez podría recibir una condena máxima de cinco años de prisión, multas de hasta 250.000 dólares y un periodo de libertad supervisada de tres años más.

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