Ada, tú no eres tonta: ¿Por qué tus ayudantes quieren convencerme de lo contrario?

Ada, déjame por esta vez que parafrasee al nefasto Pujol: ¿qué coño es eso del solsticio de invierno? ¿Desde cuándo han celebrado los catalanes la llegada del frío? ¿A cuento de qué viene ahora el Ayuntamiento de Barcelona con esas vainas absurdas?

No puedo admitir que ese anuncio estrambótico que ha publicado la página web del Ayuntamiento haya salido de tu cabeza. Sí, lo sé, hay gente que piensa que eres una perroflauta inconsciente de la que puede esperarse cualquier extravagancia, como cuando intentaste reventar un acto político vestida de una especie de supergirl. Pero yo no me encuentro entre esos. Eres distinta, quizá inexperta, pero honesta. Y no, no eres tonta. Aunque a veces digas tonterías, como ocurrió en la fiesta del 12 de octubre.

Me niego a pensar que sólo los políticos tradicionales, los mismos que los catalanes han expulsado del consistorio con su voto, hayan monopolizado en exclusiva el arte del "saber estar" en las instituciones."Ara toca, ara no toca"

Pero no debes olvidar, querida Ada, que cuando uno ejerce una representación pública hay que "saber estar" con lo que gusta y lo que disgusta. Es la diferencia entre ser candidato a un cargo importante y ocuparlo.

¿Crees que Ana Botella le gustaba reunirse con los colectivos homosexuales? Pues lo hizo. Con su mejor sonrisa. Es lo que le tocaba. "Ara toca, ara no toca", que decía el Pujol.

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Yo sé que tú lo tienes claro. Una persona que ha alcanzado en tan poquísimo tiempo la responsabilidad que ejerces ahora, en una ciudad de votantes exigentes y sensatos como Barcelona, debe ser perfectamente consciente de ello. Sobre todo, gobernando en minoría, como es tu caso.La 'tradición' del solsticio de invierno

Pero no estoy tan seguro si la gente que te rodea participa de este mismo "saber estar". Cada vez lo estoy menos. Y me preocupa mucho. Deberías dar un fuerte tirón de orejas al mendrugo que ha escrito este rosario de sandeces en la página web de tu Ayuntamiento sobre el solsticio de invierno:

"Esta es una de las celebraciones más antiguas. Y no solo en nuestro territorio, sino en el mundo entero. Durante el solsticio de invierno, los días son más cortos que en ningún otro momento del año, pero es en este periodo cuando se empiezan a alargar. Con el solsticio, por lo tanto, celebramos el triunfo de la luz sobre la oscuridad, un momento que anuncia la primavera que llegará pronto".

Por favor, Ada, dile al genio que ha redactado esas líneas que incluya un párrafo para explicar cómo los catalanes han celebrado el solsticio de invierno. Quiero datos concretos: fechas, lugares, fotos de cómo se ha celebrado en Barcelona. Tengo muchos amigos catalanes, he convivido años con ellos, incluído bajo el mismo techo en mis tiempos universitarios y jamás -repito: jamás- les he oído mencionar una sola palabra sobre las fiestas barcelonesas del solsticio de invierno.

¿Que el Ayuntamiento no debe señalar fechas religiosas del calendario? Podría discutirse hasta qué punto son religiosas y hasta qué punto pertenecen al acervo cultural de un país, pero ni siquiera merece la pena entrar en el debate. ¿No quieres celebrar la Navidad? ¡Perfecto, no la celebres! Pero… ¿el solsticio de invierno? Repito: ¿qué coño es eso del solsticio de invierno? ¿Cuándo un catalán se ha movilizado el 21 de diciembre? Ni en tiempos del hombre de cromagnon.

¿No hubiera sido más sencillo, más discreto y más laico dar la bienvenida al Año Nuevo? Todo el mundo, religioso o no, celebra la llegada del Año Nuevo. Amor, paz, concordia, buenos deseos, champán, besos, confetti… ya ves, no aparece ni una cruz ni un pesebre ni una mula ni un buey… nada que pueda considerarse, digamos, sospechoso.

Pero… ¿el solsticio de invierno?

Ada, hazme el favor de recordarle a los tuyos una máxima política: en democracia, la popularidad, el poder y la autoridad se esfuman tan rápido como llegan.

Sigue @martinalgarra