Afganistán prepara sus elecciones legislativas bajo la sombra del fraude de 2009

  • Kabul.- Afganistán ha puesto en marcha la maquinaria electoral para los comicios parlamentarios del 18 de septiembre, con el difícil reto de ofrecer más seguridad y transparencia tras el precedente fraudulento de las presidenciales de 2009.

Afganistán prepara sus elecciones legislativas bajo la sombra del fraude de 2009
Afganistán prepara sus elecciones legislativas bajo la sombra del fraude de 2009

Kabul.- Afganistán ha puesto en marcha la maquinaria electoral para los comicios parlamentarios del 18 de septiembre, con el difícil reto de ofrecer más seguridad y transparencia tras el precedente fraudulento de las presidenciales de 2009.

El jefe de la Comisión Electoral de Afganistán (IEC), Fazel Ahmad Manawi, se comprometió hoy a que las elecciones sean "limpias y transparentes", pese a que las presidenciales del 20 agosto de 2009 se vieron enturbiadas por cientos de miles de papeletas fraudulentas, la mayoría favorables al presidente Hamid Karzai.

Consultado por Efe, un portavoz del órgano dijo que la IEC "ha aprendido del pasado" y ha preparado una "regulación específica" para la cita de septiembre.

Explicó que la Comisión de Quejas (ECC), que destapó el fraude de 2009, tendrá un papel similar en estos comicios, pero informó de que esta vez no está previsto el despliegue de una misión de observadores de la UE, sino de un equipo de "apoyo".

Pero el aspecto que más preocupación despierta entre las autoridades es la posibilidad de ataques durante la jornada.

Manawi, que hoy cortó la cinta del nuevo centro de prensa de la IEC, admitió que la "situación de seguridad" es más preocupante ahora que en los últimos comicios parlamentarios, en 2005.

El jefe de la comisión concedió que los talibanes y otros grupos insurgentes se han hecho más fuertes en el último lustro y les pidió que no boicoteen la cita, como hicieron en las presidenciales del año pasado, jornada que dejó medio centenar de muertos a causa de la violencia talibán.

Según la lista "definitiva", recién aprobada por la IEC pero aún susceptible de cambios, 2.608 candidatos, entre ellos 416 mujeres, lucharán por los 249 asientos de la Wolesi Jirga (Cámara Baja).

La gran mayoría (2.556) se disputarán los escaños en liza para las 34 provincias de Afganistán, repartidos por el peso de la población, salvo los diez asignados a la tribu nómada kuchi, que no atiende a divisiones territoriales.

Al margen de las candidaturas anuladas por duplicidad, conflicto de intereses u otros motivos, 36 aspirantes han sido desechados por "vínculos con grupos armados ilegales", la gran mayoría tras presiones de la misión de la ONU a Karzai.

Pese al pronunciado carácter presidencialista del sistema político afgano, los comicios tienen importancia: el Parlamento ha hecho una demostración de fuerza este año rechazando sucesivamente a 29 ministros propuestos por Karzai para su nuevo Gabinete, aún incompleto.

Sus señorías insistieron también en aprobar la Ley de Amnistía, que deja impunes los crímenes de guerra perpetrados antes de 2001, algo que según dijo a Efe el presidente de la Organización de Derechos Humanos de Afganistán, Lal Gul, se debe a que la Cámara Baja está dominada por "señores de la guerra", opinión compartida por otros sectores de la sociedad civil.

"Todo depende de los votantes, de si se deciden por candidatos nuevos", aseguró a Efe el candidato de etnia hazara Ramazan Bashardost, que quedó tercero en la carrera presidencial de 2009.

"Es posible que haya fraude. No ha habido grandes cambios en la Comisión Electoral", censuró Bashardost, que continúa viviendo en una tienda de campaña frente al Parlamento.

El calor electoral ya se palpa en las calles y Kabul está forrada de carteles colocados en los lugares más inesperados, algo que en opinión de la Comisión Electoral "está dañando la belleza y la limpieza" de la polvorienta capital afgana.

Baktash Syawash, popular presentador del canal televisivo "Tolo", exhibe su reconocible sonrisa en grandes carteles, y una de las aspirantes viste con orgullo un uniforme militar, aunque los rostros femeninos siguen siendo escasos.

La IEC reconoció que tuvo encuentros con posibles candidatas, efectuó llamadas, envió correos electrónicos e hizo uso de los "medios de comunicación de masas", pero pese a estos esfuerzos tan sólo un 16 por ciento de los postulantes son mujeres, frente al 12 de 2005.

Una de ellas es la joven Farkhunda Nadiri, cuya cartel electoral está causando perplejidad, ya que en él no aparece su bello rostro, sino un burka, prenda que no acostumbra a vestir.

"Hago campaña sin fotografía y apoyando el burka. Es porque quiero ser la voz de las mujeres con burka, quiero darles sus derechos", mantuvo la candidata, cuestionada por Efe.

Su emblema es una pera, metáfora de la abombada figura de las mujeres envueltas en esta prenda; con ella, Nadiri espera ganarse el voto de las afganas "sin voz".

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