Afonso Dhlakama, un líder paramilitar anclado en la oposición

  • El líder paramilitar de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Afonso Dhalakama, concurre a las elecciones presidenciales del próximo miércoles buscando la victoria que no ha logrado en ninguna de las cuatro ocasiones en las que se ha presentado al cargo.

Alicia Alamillos

Nairobi, 13 oct.- El líder paramilitar de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Afonso Dhalakama, concurre a las elecciones presidenciales del próximo miércoles buscando la victoria que no ha logrado en ninguna de las cuatro ocasiones en las que se ha presentado al cargo.

Dhalakama es desde 1984 la cabeza política de la Renamo, movimiento creado por la antigua Rodesia (hoy Zimbabue) y Sudáfrica para luchar contra la extensión del comunismo en la región.

Esta exguerrilla mantuvo un conflicto durante dieciséis años con el Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) que devastó Mozambique, y tras la firma del acuerdo de paz, en 1992, se convirtió en la principal fuerza opositora.

Dhalakama, al igual que en elecciones anteriores, busca mantener su puesto como principal líder de la oposición, pues su partido cuenta con 52 de los 250 escaños de la Asamblea mozambiqueña.

Sin embargo, le resultará complicado debido la irrupción del Movimiento Democrático de Mozambique (MDM), que está atrayendo votantes tanto de la Renamo como del partido que ha ostentado el poder desde la independencia de Mozambique, en 1975, el Frelimo.

Según un reciente sondeo hecho por la Universidad Politécnica de Maputo, el candidato de Frelimo, Filipe Nyussi, ganaría con el 47 % de los votos, seguido por Daviz Simango, del MDM, con el 35 %, mientras que Dhalakama sólo obtendría el 10 %.

Dhalakama, nacido en Magunde (zona centro de Mozambique) en enero de 1953, ha ido perdiendo partidarios en las sucesivas elecciones, y ha pasado de un 47,7 % en los comicios de 1999 a un 16,41 % en los de 2009.

En 1979 fue nombrado jefe de la Renamo, y bajo su mandato fue acusado por la comunidad internacional de cometer crímenes contra la humanidad, como matanzas de civiles y reclutamiento de niños soldado.

A pesar del acuerdo de 1992, la Renamo continuó llevando a cabo esporádicos ataques sobre diferentes zonas de Mozambique hasta la firma definitiva de la paz, el pasado 5 de septiembre, a cuarenta días de las elecciones.

Dhalakama ha asegurado en múltiples ocasiones que no quiere "que vuelva la guerra", aunque también ha amenazado reiteradamente con restaurar el brazo armado de la Renamo.

El pasado 4 de septiembre, el vetusto líder recuperó la atención pública con su reaparición, tras haber permanecido escondido en los bosques de Mozambique desde un ataque del Ejército a la sede de la Renamo en Gorongosa.

Durante la firma de la paz en Maputo, Dhalakama expresó su deseo de cambiar radicalmente el panorama político de las "últimas dos décadas" en el país, en las que, a su juicio, se ha producido una "sistemática concentración del poder en un puñado de privilegiados".

En estas elecciones, el líder de Renamo debe capitalizar todo el descontento que el Frelimo ha generado entre la población de Mozambique, un país que, a pesar del crecimiento generado en los últimos años tras el descubrimiento de grandes reservas de gas, está entre los diez países más pobres del mundo.

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