Los agentes de seguridad de Río 2016 protestan por falta de pago y muebles en los alojamientos

Reuters/EP

"Los ánimos están por los suelos", ha asegurado un agente de la Fuerza Nacional, un cuerpo formado por 5.000 miembros de la Policía y Bomberos de distintas partes de Brasil para asistir en la seguridad de eventos importantes y situaciones de emergencia.

El agente, que ha preferido mantenerse en el anonimato para evitar sanciones, ha asegurado que hay decenas de compañeros suyos que han decidido volver a sus casas por el retraso en los pagos de salarios y por las malas condiciones en las que tienen que vivir.

Estas quejas aumentan las preocupaciones por la seguridad en los Juegos, con la violencia callejera aumentando en Río. Un informe publicado este miércoles en Francia aseguraba que el servicio de Inteligencia francés ha descubierto a un islamista brasileño que planeaba atentar contra la delegación olímpica francesa.

El Ministerio de Justicia brasileño, el cual es responsable de la Fuerza Nacional, ha asegurado a través de un comunicado que se pagará a las fuerzas de seguridad. Además, ha añadido que, en caso de emergencia, se podría recurrir a 4.500 agentes retirados o en licencia.

En un principio, se esperaba que la Fuerza Nacional estuviera compuesta por 9.600 agentes, cifra a la que no se ha llegado porque los distintos estados del país no han aportado sus efectivos por motivos económicos o de seguridad. Ante esto, el Gobierno ha recurrido a las Fuerzas Armadas y a una compañía de seguridad privada.

En un vídeo emitido por la cadena brasileña 'O Globo' se podía ver a los miembros de la Fuerza Nacional llevando a cuestas colchones y neveras para llenar sus alojamientos sin amueblar.

"Tengo que dormir en el suelo, nuestra comida llega tarde y todavía no me han pagado", ha asegurado el agente, tras explicar que su primera paga tenía que haber llegado a principios de mes tras 15 días de servicio. "No nos tratan como profesionales", ha asegurado.

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