AI declara que la ejecución de Yabarí es "una mancha" en el historial de Irán

  • Amnistía Internacional (AI) afirmó hoy que la ejecución de la iraní Reihané Yabarí por matar al hombre que supuestamente la violó "es una mancha sangrienta en el historial de derechos humanos" de Irán.

Londres, 25 oct.- Amnistía Internacional (AI) afirmó hoy que la ejecución de la iraní Reihané Yabarí por matar al hombre que supuestamente la violó "es una mancha sangrienta en el historial de derechos humanos" de Irán.

La organización de defensa de los derechos, con sede en Londres, denunció que el ahorcamiento de la joven de 26 años, que fue condenada tras una investigación y un juicio "profundamente defectuosos", es "una afrenta a la justicia".

La noticia de la muerte de Reihané Yabarí "es extremadamente decepcionante", declaró la subdirectora de Amnistía para Oriente Medio y el Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui.

"Trágicamente, este caso está lejos de ser poco común. De nuevo, Irán ha insistido en aplicar la pena de muerte pese a las graves dudas sobre la justicia del proceso judicial", añadió.

AI reiteró su condena a la pena de muerte, que no debería ser aplicada "bajo ninguna circunstancia".

Amnistía instó además a los Estados miembros de la ONU a condenar el uso de la pena de muerte en Irán durante la revisión periódica a la que se someterá este país la semana próxima.

Las autoridades judiciales iraníes ahorcaron esta madrugada a Yabarí, condenada a muerte por matar al hombre que según ella trató de violarla, pese a una intensa campaña internacional para evitar su ahorcamiento.

Organizaciones pro-derechos como AI y Human Rights Watch, así como la Unión Europea, pidieron la anulación de la sentencia al valorar que el juicio no ofreció garantías y más de 240.000 personas firmaron una carta impulsada por la plataforma Avaaz para pedir la suspensión de la ejecución al entender que la joven "actuó en defensa propia".

El relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán, Ahmed Shaheed, también instó a parar la ejecución y a celebrar un nuevo juicio, al entender que parte de la acusación a la joven se basó en una confesión que fue obtenida con torturas.

En este último mes, las autoridades iraníes han mediado sin éxito para conseguir el perdón por parte de la familia del fallecido, que se ha negado a ejercer la prerrogativa de perdonar que le otorga la ley de "guesas" (ley islámica de "retribución" que exige el pago de sangre con sangre) que impera en Irán.

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