Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró hoy que Alemania apoya la iniciativa del Gobierno de Kabul para que las tropas extranjeras abandonen Afganistán en 2014, pero aseguró que Berlín prolongará su compromiso una vez que el Bundeswehr, el ejército federal, abandone ese país.
Merkel compareció en la Cancillería junto al presidente afgano, Hamid Karzai, quien elogió que la nueva estrategia alemana, anunciada ayer por la canciller y que contempla enviar 850 soldados más a Afganistán, esté "orientada al éxito" y no basada "en una fecha concreta" para la salida de las tropas germanas del país.
La jefa del Gobierno alemán insistió una vez más en que sería "erróneo" fijar una fecha concreta para la retirada de las tropas alemanas de Afganistán, puesto que, de hacerlo, se daría "una excusa a los talibán" para que "estén tranquilos" durante un tiempo y planeen "cuándo será mejor atacar".
"Tampoco podemos prever ahora cuál será el curso de los acontecimientos", argumentó la canciller, quien sí señaló que Alemania comparte los planes del Gobierno de Kabul para que en 2014 la seguridad del país pueda ser asumida ya en su totalidad por las fuerzas de seguridad afganas.
El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, precisó ayer, sin embargo, que la nueva estrategia tiene como fin iniciar la retirada de las tropas alemanas en 2011 y completarla, a ser posible, en 2014, si el gobierno de Kabul puede para entonces hacerse cargo de la seguridad del país.
Karzai insistió ante la prensa en que Kabul quiere que la defensa de Afganistán "esté lo antes posible" en manos de su ejército y su policía y agradeció a los "contribuyentes alemanes" su apoyo en la lucha contra una "amenaza", en alusión a la insurgencia talibán, que también supone una "amenaza para el resto del mundo".
Preguntada sobre si Berlín seguirá dotando de fondos económicos a la política de seguridad de Kabul, una vez sus tropas se retiren de Afganistán, Merkel recalcó que la "responsabilidad" de Alemania se prolongará más allá de la salida del Bundeswehr germano.
"Si no, estaríamos destruyendo nuestro propio trabajo", apuntó y agregó que la historia reciente de Afganistán demuestra que no es conveniente "salir apresuradamente y dejar al país solo".
En ese sentido, instó a la comunidad internacional a "no olvidar a Afganistán" una vez retiren a sus tropas del país y a apoyar a un Gobierno "estable".
"Deseamos que haya un Gobierno transparente en Afganistán", señaló Merkel, quien expresó su deseo de que la relación entre Berlín y Kabul sea "tan cercana" que permita el intercambio de "comentarios críticos".
La canciller insistió en que su decisión de ampliar el número de efectivos desplegados en territorio afgano no es una medida "unilateral" y recalcó que se encuentra en línea con las directrices fijadas por los socios de la OTAN.
Merkel, que esta tarde ofrecerá una declaración de Gobierno sobre la situación de Afganistán ante el Bundestag (cámara baja del Parlamento) espera que la conferencia de mañana en Londres abra "una nueva fase" para la misión internacional en ese país.
La canciller divulgó ayer que los planes de su Gobierno pasan por incrementar en 850 soldados el contingente germano desplazado a Afganistán, que actualmente tiene un tope máximo de 4.500 hombres
No obstante, Berlín pretende desplazar el acento de su participación en la misión internacional de la parte militar a la reconstrucción civil y a la formación de personal de seguridad.
Un grupo de 500 soldados será enviado directamente al país afgano, mientras que otro de 350 soldados se mantendrá como reserva y sólo se recurrirá a él en situaciones especiales, apuntó Merkel.
Además del aumento de tropas, Alemania contempla duplicar su presupuesto para la reconstrucción civil para Afganistán hasta 430 millones de euros, que se destinarán, principalmente, a aumentar el acceso al empleo y la cobertura escolar en las zonas rurales.
Alemania contribuirá también durante los próximos 5 años con 10 millones de euros anuales al fondo internacional de reintegración, que deberá facilitar a talibanes moderados el abandono de las armas.
Otro aspecto del plan alemán es el aumento de personal destinado a la formación de policías afganos de los 123 actuales a 200 con el propósito de formar hasta 5.000 policías al año.
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