Alianzas políticas iraquíes se presentan fragmentadas a las legislativas

  • Las tres principales alianzas de Irak se presentarán fragmentadas a las elecciones parlamentarias del próximo miércoles, después de haber dominado el proceso político en los últimos años, tras los comicios legislativos de 2010.

Amer Hamid

Bagdad, 25 abr.- Las tres principales alianzas de Irak se presentarán fragmentadas a las elecciones parlamentarias del próximo miércoles, después de haber dominado el proceso político en los últimos años, tras los comicios legislativos de 2010.

Está previsto que en esos comicios participen más de 21 millones de electores para elegir a 328 diputados, ocho de los cuales representarán a las minorías religiosas y étnicas, según la nueva ley.

Un total de 9.040 candidatos se presentan a las elecciones tras haber recibido el visto bueno de la Comisión Electoral.

A diferencia de las anteriores legislativas, cuando la Alianza Nacional Iraquí (de confesión chií), la coalición kurda y la de Al Iraqiya cosecharon la mayoría de los escaños, esta vez estas coaliciones se han desintegrado.

En opinión del analista iraquí Abdel Aziz Husein, la principal causa de la fragmentación de esos bloques y su participación en listas múltiples es un intento de beneficiarse del nuevo sistema electoral, que se aplicará en la votación del miércoles y dará la oportunidad a los partidos menores de lograr más sufragios.

"Por ese motivo, los grupos querrán retrasar sus coaliciones con las fuerzas pequeñas hasta después de los comicios, con el objetivo de acaparar el mayor número de escaños", destacó Husein.

Entre las principales fuerzas políticas está la coalición Estado de Derecho, del primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, que en 2010 formó gabinete al aliarse con la Alianza Nacional Iraquí, después de que la ganadora Al Iraqiya no obtuviera una mayoría suficiente para gobernar.

Actualmente también destaca la alianza Unidos para la Reforma, dirigida por presidente del Parlamento, Osama al Nuyaifi.

Otros grupos son la Alianza del Ciudadano, encabezada por el clérigo chií y presidente del Consejo Supremo Islámico, Emar al Hakim; la Coalición Nacional, liderada por el ex primer ministro Ayad Alaui, y la Alianza los Libres, del clérigo radical chií Muqtada al Sadr.

En representación de los kurdos concurre la Alianza Kurda, integrada por el Partido Democrático del Kurdistán, liderada por el presidente de la región autónoma kurda, Masud Barzani; y la Unión Patriótica del Kurdistán, del presidente iraquí, el kurdo Yalal Talabani.

Husein indicó que la campaña electoral ha estado más centrada en los aspectos sectarios y tribales que en los de carácter nacional, que tuvieron mayor protagonismo en las elecciones pasadas.

Según el analista, las principales formaciones políticas han colocado toda su fuerza propagandística en las zonas con las que se identifican de forma sectaria, tribal o étnica.

Todo eso con tal de imponerse en las próximas legislativas, que suponen un punto de inflexión importante en la historia de Irak, ya que definirán la marcha del proceso político del país, señaló Husein.

"Podrán generar un cambio verdadero que saque al país de su crítica situación, o consagrar las bases del sectarismo, sobre las que se construyó el proceso político que ha sumergido a Irak en un conflicto étnico que amenaza la unidad de su territorio", detalló.

Sobre los temores y obstáculos respecto al proceso, el observador político Mayib Mahmud advirtió de que existe inquietud entre los ciudadanos sobre la posibilidad de que se falsifiquen los resultados electorales a favor de un bloque específico, en referencia al Estado de Derecho.

"Las fuerzas de seguridad, conocidas por su absoluta fidelidad a Al Maliki, se encargarán de custodiar los centros de votación. Además, es muy fácil falsificar las tarjetas de votación electrónicas", apuntó Mahmud.

El especialista vaticinó que estos comicios probablemente registren una clara abstención del voto por la inseguridad, ante los continuos atentados, y por la campaña militar iniciada en enero pasado en provincias de mayoría suní, especialmente en la de Al Anbar, en el oeste de Irak.

Esta ofensiva ha sido utilizada por los rivales del primer ministro para acusarle de sectarismo y de impedir que los árabes suníes acudan a las urnas de forma masiva.

En ese sentido, el presidente del Parlamento subrayó a la prensa que la violencia ha aterrorizado y desplazado a muchos suníes de sus hogares, lo que dificulta que ejerzan su derecho al voto.

"Por su propio interés, los chiíes iraquíes no deberían apoyar a Al Maliki, porque su presencia en la escena política conducirá a más tensión sectaria y a más conflictos ideológicos", agregó Al Nuyaifi.

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