Alto cargo de Menem condenado en causa por construcción de represa Yacyretá

  • Un ex alto cargo argentino del gobierno de Carlos Menem fue condenado hoy a cuatro años de prisión por "defraudación por administración fraudulenta" al Estado en una causa que investigó la construcción de la hidroeléctrica argentino-paraguaya de Yacyretá.

Buenos Aires, 15 abr.- Un ex alto cargo argentino del gobierno de Carlos Menem fue condenado hoy a cuatro años de prisión por "defraudación por administración fraudulenta" al Estado en una causa que investigó la construcción de la hidroeléctrica argentino-paraguaya de Yacyretá.

Se trata de Miguel Ángel Cuervo, quien se desempeñó como secretario de Industria durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), según informó la agencia oficial Télam.

En el juicio oral se abordó una defraudación al Estado por 17 millones de dólares pagados como reembolsos a la firma italiana Ansaldo Energía, que se había adjudicado la construcción y puesta en funcionamiento de cinco turbinas en Yacyretá en 1997 y 1998.

En el mismo proceso también fueron condenados a igual pena José Luis Álvarez, apoderado de la contratista italiana Ansaldo, y al contable Horacio Seligra.

El Tribunal Oral Federal 6 sentenció además a tres años y medio de prisión a Luis Manzo, exjefe del departamento financiero del Ente Binacional Yacyretá, que administra la represa.

Asimismo, fueron condenados a tres años de prisión en suspenso, Eduardo Esteban y Alberto José Valle, exfuncionarios de la Secretaría de Industria de Argentina.

La investigación determinó que Ansaldo cobró por la obra 71 millones de dólares, pero además se benefició de reembolsos que solo podían ser otorgados a firmas nacionales.

Yacyretá, la segunda mayor de Latinoamérica, comenzó a ser construida en julio de 1983 e inició la generación de energía en septiembre 1994, pero se necesitaron 16 años más para que alcanzara el máximo potencial de producción previsto en el proyecto original.

Fue el propio Carlos Menem quien calificó a Yacyretá como "monumento a la corrupción" al intentar justificar la decisión de parar las obras en 1998 bajo el argumento de los millonarios fondos que consumía el colosal proyecto, medida que derivó en una andanada de demandas por parte de las empresas constructoras.

Siempre envuelta en denuncias de fraude, al momento de comenzar a generar energía, en 1994, la obra había costado cerca de 11.000 millones de dólares, cinco veces más que lo previsto inicialmente.

En 2005 Transparencia Internacional incluyó a Yacyretá entre los "diez monumentos de obras públicas más corruptos del mundo".

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